El apagón del Fossar enciende la polémica
Los técnicos encendieron ayer la llama después de que las lluvias de la semana pasada averiaran el regulador de la antorcha
La alcaldesa Ada Colau quiso ayer restar importancia a la polémica sobre la avería del pebetero del Fossar de les Moreres y a las acusaciones que desde la noche anterior la responsabilizaban de lo ocurrido. Pero su tuit alimentó la controversia y abrió nuevos flancos. En el recuadro puede leerse su mensaje. Colau trató así de responder de un modo jocoso a las docenas de mensajes de ciudadanos que consideraban que el problema respondía a una falta de celo y de respeto por parte de los comunes. En aquellos momentos, el Ayuntamiento también trataba de apaciguar los ánimos y aseguraba que empleaba todos los medios para restituir la normalidad. De hecho, no es la primera vez que el pebetero se apaga y el hecho pasa inadvertido varios días. La noticia se puso a correr por las redes sociales la noche del miércoles, pero los camareros que trabajan en la zona dicen que el pebetero se apagó la semana anterior.
Sin embargo, las palabras de Colau resultaron tan desacomplejadas que muchos las tomaron como una ofensa. “Podemos entender que se produzcan fallos –dijo ayer Jordi Miravet, presidente del Memorial 1714, entidad dedicada a preservar el recuerdo del asedio–, pero nos sabe mal la actitud de la administración local, que la gente llame al 010 para informar de lo que está ocurriendo ocurre y le respondan que tienen que poner una instancia en el distrito... No es la primera vez que sucede algo así. Nos parece una falta de sensibilidad. Y luego el tuit de la alcaldesa no es nada apropiado. Esperamos una actitud más respetuosa con los símbolos nacionales”.
Entonces las críticas a la supuesesta ta falta de respeto de la alcaldesa se multiplicaron, y también las muestras de apoyo de quienes entendían que los ataques eran gratuitos. En ese momento el Ayuntamiento ya había descartado que el origen de la incidencia fuera un sabotaje. La llama se apagó porque las lluvias averiaron el regulador de temperatura de la antorcha quemadora. A pesar de que una empresa realiza una puesta a punto cada cuatro meses y de que sus operarios comprueban todas la semanas el estado del monumento, avería se ha producido al menos otras dos veces desde la instalación del pebetero, en el 2001. Entonces también pasó desapercibida unos días.
Al poco la alcaldesa trató de reconducir la situación con unas tibias disculpas, y un rato después los técnicos lograron que la llama volviera a lucir. “Perdonad –tecleó Colau en un segundo tuit–, pero sólo con humor puedo aguantar tantas barbaridades como las que recibo cada día por aquí”. Pero la tormenta ya se había desatado. la oposición no desaprovechó la oportunidad de recriminarle que dedique sus escasas apariciones de este verano a las bromas, mientras que la ciudadanía padece una crisis de incivismo, que se dedique a hacer chistes sobre asuntos delicados mientras calla sobre la Barceloneta, el Raval, el Born...
“¿Esto es un fake?”, tecleó irónico
La oposición critica que la alcaldesa bromee sobre la avería mientras calla ante la crisis de incivismo
Jordi Ciurana, portavoz del PDECat. “Barcelona no está para bromas –terció la candidata demócrata Neus Munté–. Está siendo un verano difícil para muchos vecinos”. ERC también consideró inapropiadas las palabras de la alcaldesa. Los republicanos piensan que pueden suponer una falta de respeto para mucha gente. Y los constitucionalistas se mostraron aún más duros con Colau. “Deberías pasear por la Barceloneta –le dijo Carina Mejías, de Ciudadanos–, hablar con los vecinos del Raval, acabar con la venta irregular”. Según la socialista Carmen Andrés, “es inadmisible que Colau no haya interrumpido sus vacaciones para hacer frente a los episodios de inseguridad”. “El tuit de la alcaldesa es una burla y un insulto a los barceloneses”, dijo el popular Alberto Fernández.