La Fiscalía saudí pide la pena de muerte para una activista chií
La Fiscalía de Arabia Saudí ha solicitado la pena de muerte para cinco activistas por los derechos humanos del este del país, donde se concentra la minoría chií, según ha podido saber la oenegé Human Rights Watch (HRW).
Entre los cinco detenidos, que están siendo juzgados de forma sigilosa por el tribunal antiterrorista, está la activista Israa al Gomgam, por lo que sería la primera vez que una mujer se enfrenta a la pena capital en Arabia Saudí por defender los derechos humanos. En un comunicado, HRW señala que ve un “precedente peligroso” para otras mujeres activistas que se encuentran actualmente entre rejas.
Los cargos de los que se les acusan incluyen participar e incitar protestas en la región de Qatif, filmar y difundirlas, corear eslóganes hostiles al régimen, dar “apoyo moral a los alborotadores” o intentar inflamar la opinión pública.
Al Gomgam es una prominente activista chií que participó y difundió en las redes sociales las multitudinarias protestas de esta minoría que estallaron en Qatif en el 2011, a caballo de la primavera árabe que recorría la región. En un país de mayoría suní, los musulmanes chiíes denuncian que sufren persecución religiosa y discriminación en el acceso al trabajo y la educación.
Al Gomgam fue detenida junto a su marido en diciembre del 2015, durante una redada nocturna en su casa. Desde entonces han permanecido encarcelados sin acceso a abogados. Hace unos días, un vídeo difundido desde organizaciones chiíes circuló por las redes sociales, en el que supuestamente se veía la ejecución pública de Israa al Gomgan. En realidad, parece que se trataba de una ejecución pública en Arabia Saudí ocurrida en el 2015 de una mujer birmana condenada por un delito común.
En el 2016, Arabia Saudí ejecutó al influyente clérigo chií Nimr al Nimr y a otros tres activistas chiíes por su papel en las manifestaciones del 2011. La sentencia salió del mismo tribunal antiterrorista que ahora juzga a Israa al Gomgam y sus compañeros.
Hace tiempo que las organizaciones por los derechos humanos, como HRW, denuncian la deriva autoritaria en el reino de los Saud bajo el príncipe heredero Mohamed bin Salman. Aunque este se vende como un reformista y ha concedido significativos derechos a las mujeres, la represión de la disidencia política y religiosa se ha endurecido. El fiscal general saudí, en un país sin división de poderes, consulta directamente con el rey.
Israa al Gomgam es la primera mujer que se enfrenta a la muerte por su activismo; la acusan de incitar protestas