El valor de la palabra
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha dicho textualmente: “No vamos a defendernos, vamos a atacar a este Estado injusto”. Aunque fuera de contexto, por la expresión y por lo que sabemos del independentismo catalán, no deja lugar a dudas de su significado y alcance.
No se puede pasar por alto una declaración de intenciones pretendiendo que sólo son palabras, como ha hecho Carmen Calvo. Ella afirma que “con una frase inaceptable” como la de Torra, al hacer un llamamiento a atacar al Estado, “no se ataca al Estado”.
En principio, la vicepresidenta del Gobierno no debería minimizar estas declaraciones. Primero porque cualquier manifestación pública de un gobernante es influencia de pensamiento en los ciudadanos. Y segundo, porque viniendo de la esfera independentista, se añade un factor provocador y denigrador del Estado, algo que no debería ser indiferente a ningún cargo político elegido por el pueblo al que gobierna y al que se debe por entero.
Engañar, ocultar, tergiversar, amenazar e insultar no es de recibo en ningún caso. La estatura moral de un hombre se mide por el valor de su palabra.
Así las cosas, bastaría con evaluar a nuestros políticos sólo por lo que dicen.
JORGE SKIBINSKY
Palma