La selección femenina, subcampeona del Mundial sub-20
El fútbol femenino da el gran salto pese a la derrota de España ante Japón
Su victoria es su grandísimo papel y la ilusión que han conseguido transmitir. La selección española cayó ayer ante Japón en la final del Mundial femenino sub20, pero consiguió acaparar la atención mediática como nunca antes lo había hecho el fútbol femenino en España. Las portadas que la rojita ha protagonizado estos días, la retransmisión del partido por dos canales de televisión y la presencia de Pedro Sánchez en el modesto estadio de la Rabine de Vannes certificaron la puesta de largo de un deporte que hasta ahora había tenido un rol residual. Un triunfo que ha venido de la mano de una generación de ensueño que ya ha conseguido varios títulos europeos y que, pese al traspiés de anoche, ya se ha ganado el futuro.
“Llegar hasta aquí es el comienzo. Os queda todo un camino por recorrer y disfrutar y ahí estaremos todos con vosotras. El deporte es superación: ha sido un gran partido y vosotras ya habéis hecho historia. Sois un ejemplo para el deporte femenino”, tuiteó el presidente del Gobierno al finalizar el encuentro y saludar a unas jugadoras sumidas en un mar de lágrimas.
La maldición de Japón, una de las grandes potencias del fútbol femenino, volvió a hacerse real. Pese a haber conseguido derrotar a las niponas en la fase de grupos y dominar ayer la mayor parte de facetas del juego, las jugadoras de Pedro López no pudieron ante el oficio de sus rivales, que necesitaron muy poco para conseguir mucho. El partido fue un duelo entre la ilusión y el buen juego y el pragmatismo, que acabó imponiéndose. Ante eso, los premios individuales de máxima goleadora y mejor jugadora del torneo que se adjudicó la blaugrana Patri Guijarro pueden parecer poco, pero son buena muestra de lo que fue la final y toda la competición.
Con el único cambio en el once respecto a las semifinales ante Francia de Eva Navarro por la sancionada Aitana Bonmatí, el combinado español salió a por todas convencido de sus posibilidades y pronto se hizo con el control del partido. Hasta el punto de que las españolas ya tuvieron su primera ocasión clara antes de que el partido llegase a los 5 minutos de juego, con la propia Guijarro con protagonista. Fue sólo el primer aviso de un combinado que no sólo dominaba y combinaba a placer, sino que pronto demostró una gran verticalidad, pero que le faltó acierto ante meta.
Fueron minutos en los que Maite, Pina, Eva Navarro y la propia Guijarro tuvieron el gol en sus botas y, en el caso de la blaugrana, en su cabeza, ya que remató lige-
ramente desviado a la cepa derecha de la portería de Stambaugh uno de los seis saques de esquina que llegó a botar España en los primeros 45 minutos. La meta japonesa, de hecho, resultó determinante en ese primer período para que su selección se fuese al vestuario sin encajar.
Como marcaba el guión, en las acciones a balón parado demostró el combinado de Pedro López ser claramente superior a Japón. Sin embargo, le faltó el gol que sus rivales sí encontraron en una acción personal de Miyazawa en la recta final de ese primer tiempo. La centrocampista japonesa dribló a Guijarro en la frontal y sacó un disparo alto al que Cata Coll no llegó para abrir el marcador en el 38.
La portera del Collerense tuvo pronto la ocasión de resarcirse salvando un mano a mano con Endo. España tomaba el túnel de vestuarios con desventaja por primer vez en este campeonato y obligada a remontar.
Pero si el primer gol nipón ya fue un jarro de agua fría lo peor llegaría al inicio del segundo período, cuando Takarada consiguió el segundo tras una buena combinación con Ueki en el interior del área. Un error defensivo, un exceso de confianza si se quiere, de un equipo más preocupado en venirse arriba en busca de su sueño que en defenderse.
Con más de media hora por delante no quedaba otra que ir a por todas para tratar de dar la vuelta al partido pese a que Japón, en todo
EL OFICIO JAPONÉS
El partido fue un duelo entre la ilusión y el buen juego y el pragmatismo, que acabó imponiéndose
RECONOCIMIENTO INSTITUCIONAL Pedro Sánchez presenció el partido en directo y animó y felicitó a las jugadoras al acabar
el campeonato, sólo había encajado dos goles. Uno de España, precisamente. Pero entonces llegó el tercero de las niponas, en otra buena combinación en el área. Ahora entre Takarada y Nagano para poner el 3-0 en el 65.
Aun así España siguió a lo suyo. López cambió de planes para que las suyas dispusiesen un atrevido 3-4-3 y volviesen a exhibir su mejor juego. Candela acortó distancias con un voleón a centro de Lucía. Pina envió un balón al larguero. El milagro parecía posible. O así al menos lo hicieron creer las integrantes de la sub-20, artífices de que el fútbol femenino sea ya un deporte de presente y, sobre todo, de futuro.