Donald Trump
La política migratoria del presidente norteamericano ha concitado la protesta de un buen número de grandes empresas que denuncian en una carta que sus iniciativas acarrearán pérdida de talentos y restarán competitividad a la economía.
La restrictiva y confusa política migratoria de la Administración Trump amenaza el crecimiento económico y la competividad de Estados Unidos, han advertido en una carta abierta al presidente decenas de consejeros delegados de grandes empresas como Apple, American Airlines, AT&T, IBM, Pepsi o JPMorgan Chase.
Mientras prepara la gran reforma migratoria prometida por el presidente Donald Trump, el Departamento de Seguridad Interior ha emitido una serie de directrices “contradictorias e injustas” que “crean ansiedad entre los trabajadores que cumplen la ley” y “están desincentivando que personas con talento y altamente cualificadas busquen hacer una carrera en EE.UU.”, advierten algunos de los grandes nombres de la América corporativa, preocupados por las dificultades para encontrar personal local y atraer talento foráneo. “La realidad es que poca gente trasladará a su familia y se instalará en un nuevo país si el Gobierno puede forzar su salida en cualquier momento y sin explicaciones”, plantean en su carta, impulsada por la patronal Business Roundtable.
Solicitar o renovar los visados de trabajo ha dejado de ser un proceso previsible, también para empleados de alta cualificación. “Las compañías no pueden saber si una petición de visado aprobada hace un mes volverá a serlo cuando envíe una solicitud idéntica para ampliar el estatus del trabajador”, se quejan. Además, la Casa Blanca anunció recientemente que tan pronto como se deniegue una solicitud para cambiar o ampliar el estatus migratorio de un trabajador iniciará los trámites de deportación, aunque haya cumplido la ley y pensara abandonar con prontitud el país lamentan las empresas, que hablan de “preocupación” entre sus empleados.
El Departamento de Seguridad Interior planea también revocar el permiso de trabajo para las parejas de ciertas categorías profesionales de alta cualificación, “esposos a menudo bien formados que han construido carreras y vidas” en Estados Unidos. Las empresas advierten que estos trabajadores sí son valorados en otros países, por lo que si el Gobierno lleva a la práctica sus planes “probablemente” se llevarán su talento a otra parte.
“Todas estas acciones juntas aumentan la posibilidad de que un empleado de larga duración que ha seguido las leyes y que ha sido autorizado por el Gobierno varias veces a trabajar en Estados Unidos vaya a perder su estatus”, concluyen los empresarios, que recuerdan que actualmente hay un récord de vacantes de empleo debido a la falta de mano de obra. El Departamento de Seguridad Interior defendió ayer sus reformas para “avanzar hacia un sistema basado en los méritos” que “beneficie lo máximo a los americanos”.