Nubes sobre el turismo
EL descenso de las pernoctaciones hoteleras en Catalunya (un 6,2%) y en España (un 2,2%) en el pasado mes de julio consolida la tendencia de un sector en fase de suave desaceleración debida, principalmente, a la competencia ejercida por otros países como Turquía, Egipto y Túnez, que después de haber superado situaciones de conflicto presentan ofertas más baratas. Cuando se procede de un año 2017 con cifras récord de visitantes (81,8%) en España, así como de precios y de rentabilidad del sector, esa corrección debe servir para reflexionar sobre el modelo y también para resolver problemas de saturación que han sufrido algunos destinos.
Es evidente que las cifras de julio del Instituto Nacional de Estadística revelan una situación algo más preocupante para Catalunya. El descenso del 6,2% no es atribuible únicamente a una mayor competencia de otros países. Un dato relevante es que el descenso de residentes de otras comunidades españolas ha sido del 7,2% y que la ocupación hotelera en un mes como julio ha sido sólo del 73,6%, muy por debajo de Baleares (89,5%) o de Canarias (80,7%). Eso significa que Catalunya ha pasado a ser la tercera en la preferencia de los turistas españoles, por detrás de Andalucía y la Comunidad Valenciana, mientras que para los visitantes extranjeros sigue en segundo lugar, por detrás de Baleares, todavía un destino hegemónico, aunque ha empezado también a dar muestras de desaceleración, especialmente por cuestiones de saturación. Un elemento que tener en cuenta en ese cuadro estadístico es que los británicos siguen siendo los primeros clientes del sector en España (24,9%), con un descenso del 2,5%, seguidos por los alemanes (19,9%), con una caída espectacular (11,4%), cuyas causas habría que analizar.
Respecto a Catalunya, donde Barcelona sigue siendo el primer destino turístico, por delante de Madrid y Calvià, las causas del descenso son básicamente cierta saturación de algunos destinos, los atentados de agosto del 2017 y la situación política. De hecho, el número de pernoctaciones ha bajado paulatinamente desde el pasado mes de octubre, cuando la tensión se situó en su punto culminante. Puede haber otras causas. Por ejemplo, algunas manifestaciones contra el turismo que, aun siendo muy minoritarias, han sido publicitadas por cierto tipo de prensa popular europea, lo que puede haber tenido algún efecto. En todo caso, tiempo habrá para hacer un estudio más profundo de la situación, puesto que nos hallamos ahora al final de la campaña veraniega. Lo que está claro, en todo caso, es que la evolución del turismo merece una profunda reflexión por parte de todos.