Nace un nuevo parque natural en el Pirineo
Con 400.000 m2, es una de las zonas protegidas más grandes de Europa y engloba espacios verdes de España, Francia y Andorra
La gestación ha sido larga, nueve años, pero ayer nació un nuevo parque natural: el parque pirenaico de las Tres Nacions, que aúna los parques naturales del Alt Pirineu, el regional de Pyrénées Ariégeoises, el de la Vall de Sorteny y el comunal de las Valls de Comapedrosa, y que abarca más de 400.000 hectáreas y que se extiende por España, Francia y Andorra; una zona de alto valor paisajístico.
Se trata de lanzar una marca conjunta para la promoción del lugar bajo el paraguas de un nuevo parque que tiene característica transfronterizas. El protocolo de creación de este nuevo espacio natural se firmó ayer en el Centre Internacional del Comapedrosa (Andorra). Rubricaron el documento el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet (por el parque natural del Alt Pirineu), el cònsol major de la Massana y presidente del órgano rector del parque natural comunal de las Valls de Comapedrosa (Andorra), David Baró, el cònsol major de Ordino y presidente del órgano rector del parque natural de la Vall de Sorteny (Andorra), Josep Àngel Mortés, y el presidente del parque natural reginal de Pyrénées Ariégoises (Francia), André Rouch.
El parque natural pirenaico de las Tres Nacions suma más de 426.700 hectáreas, y se configura como una de las áreas protegidas más extensas de Europa. En él hay 158 municipios: 15 catalanes, dos andorranos y 141 franceses.
La idea original de crear este lugar fue de un gran apasionado de la montaña, Michel Sebastien, quien puso sobre la mesa la propuesta de llevar a cabo este espacio transfronterizo protegido para mejorar la gestión de su patrimonio más allá de las fronteras administrativas. Ahora se buscará la explotación turística conjunta, la dinamización socioeconómica y los intercambios en materia de sostenibilidad y patrimonio natural; todo ello mediante la utilización de fondos propios y europeos.
En este último ámbito, el del patrimonio natural, destaca que es una de las zonas mejor conservadas donde mora la lagartija pallaresa, endémica. También habitan especies pirenaicas en peligro de extinción, como la perdiz blanca, el almizclero o la cabra pirenaica; además de diversas variedades de ovejas, caballos y vacas.
Se pueden encontrar hábitats de bosques subalpinos y prados alpinos, además de lagos y turberas de alta montaña, lo cual viene favorecido porque no está afectado por infraestructuras como carreteras, vías de tren o líneas eléctricas de alta tensión. Goza de parajes de gran atractivo paisajístico, como el puerto de Salau, el circo de Cagateille o las cascadas de Ars, y se hallan allí los picos del macizo de la Pica d’Estats (con una altitud máxima de 3.143 metros), el Mont Calm (3.077) y el Sotllo (3.073).
En sus límites existen tanto especies animales como zonas paisajísticas de gran interés