Noruega dejará que su fondo soberano invierta en energía
Noruega desistió de su plan de dejar de invertir, mediante su poderoso fondo soberano –el más grande del mundo–, en las empresas del sector energético como gas y petróleo. Oslo, a través de una comisión de expertos, dio ayer marcha atrás en su proyecto, al recomendar que los gestores no abandonen el sector.
La idea original planteaba la necesidad de diversificar la cartera de inversiones del fondo para no depender demasiado de las oscilaciones del precio del barril y ante la necesidad de apostar por energías limpias y sectores más en línea con el medio ambiente. No obstante, además de la coherencia (el fondo soberano financia sus recursos con los ingresos del petróleo del mar del Norte), al final primaron los intereses económicos, y se mantendrán las participaciones.
El valor de las acciones de petróleo y gas representa el 4% (el equivalente de 31.900 millones de euros) del índice de referencia del fondo, valorado en 860.000 millones de euros a finales del 2017, según la comisión. “La venta de valores energéticos [en el fondo] no es un seguro efectivo contra una caída permanente en los precios del petróleo. Las acciones de energía contribuyen sólo marginalmente al riesgo petrolero de Noruega”, dijo el presidente del comité, Oeystein Thoegersen.
“Nuestra estrategia de inversión es simple, está bien fundada y hasta ahora ha servido bien al fondo”, añadió. “Si se excluyen las empresas de energía del fondo, la composición de las inversiones diferirá de las ponderaciones del mercado, y de ese modo el fondo obtendría un menor rendimiento o un mayor riesgo”. Es decir, que si una cosa ha funcionado bien, mejor no tocar nada.