Powell emula a Draghi y dice que la Fed “hará lo que haga falta”
El banquero confirma que seguirá adelante con la subida gradual de tipos
“Whatever it takes”. Lo que haga falta, todo lo que sea necesario. Es una frase que ha pasado a la historia reciente de las finanzas. Fue la célebre expresión en lengua inglesa que usó el presidente del Banco Central Europeo (BCE) en el 2012 para defender la eurozona de la crisis de la deuda soberana.
En aquel entonces Mario Draghi quiso enviar a los mercados una señal inequívoca de que la moneda única era irreversible y que el instituto de Frankfurt pondría toda la carne en el asador (es decir, abrir los grifos de la liquidez) para fortalecer la economía.
Pues bien, seis años después estas idénticas palabras volvieron a salir de los labios de otro banquero central, esta vez el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell. En su intervención en la reunión anual en la localidad de Jackson Hole (Wyoming), el guardián de la política monetaria estadounidense, que como todos los gobernadores conoce y mide los tiempos de las palabras, empleó ayer la misma expresión para reivindicar, en su caso, su independencia y la validez de su estrategia.
“La Reserva Federal hará todo lo que haga falta para la economía, para contener la inflación y reaccionar ante una nueva crisis”, dijo Powell. El presidente de la Fed, que en ningún momento se refirió a Donald Trump, afirmó que percibe “pocas señales” de que la economía se esté recalentando –aunque la tasa de inflación haya subido por encima del 2% y el paro esté en mínimos históricos (3,9%)–, y esto significa que seguirá adelante con su política gradual de aumento del precio del dinero. Tras estas palabras, Wall Street, que abrió plana, se disparó para arriba.
Tal vez el aspecto más significativo de su intervención fue cuando, durante su mensaje, destacó la fortaleza de la economía norteamericana, que crece a un ritmo del 4,1%. “Hay buenas razones para esperar que este fuerte comportamiento continúe”, destacó Powell, para añadir luego: “Creo que el proceso gradual de normalización sigue siendo apropiado”.
Aquí está la clave, porque en los últimos días Donald Trump había expresado su malestar ante una subida acentuada de los tipos de interés. Al presidente le interesa que las bolsas sigan arriba y las empresas
Wall Street reaccionó al alza porque interpretó que la Reserva Federal mantendrá su independencia
disfruten de crédito barato. Sobre todo no quiere que el dólar se aprecie demasiado, porque, en línea con su política comercial proteccionista, un billete verde débil incita a los consumidores norteamericanos a reducir las importaciones y a comprar productos made in USA fabricados por las empresas estadounidenses, donde reside gran parte de su electorado.
No obstante, Jerome Powell demostró ayer que él sólo se basará en los indicadores económicos. “Mis colegas y yo estamos observando cuidadosamente los datos que nos entran”, recordó. Los datos, no las palabras.