El milagro no se repite
El Girona se adelanta, pero el Madrid reacciona con cuatro goles, dos de penalti
Estaban avisados y esta vez no se dejaron sorprender, aunque en algunos momentos estuvieron a punto. El Real Madrid se sacó la espinita clavada del año pasado en Montilivi, cuando cayo derrotado por 2 a 1, y ayer goleó al nuevo Girona de Eusebio por 1 a 4 en un duelo en que los blancos tuvieron que remontar un gol inicial de Borja García y acabaron metiendo cuatro, dos de ellos, de penalti.
El escenario, majestuoso, ya pudo estrenar la ampliación de la grada del gol sur, que aumenta el aforo hasta las 14.500 localidades. Se vendieron todas las entradas por la visita del campeón de Europa.
La afición respondió al llamamiento hecho por el club, que pidió lucir los colores rojiblancos y el lema “Orgull gironí” con una bandera que todos los abonados recibieron
LA GRADA
El estadio de Montilivi estrenó nuevo aforo y gritó contra Tebas y su aventura americana
cuando se les hizo entrega del nuevo carnet para la presente temporada. De esta manera Montilivi volvió a ofrecer sus mejores galas en una jornada en que volvían a ser uno de los principales epicentros del fútbol.
Sin cambiar de dibujo, Eusebio introdujo algunos cambios respecto del once que empató contra el Valladolid en un partido poco brillante el día del estreno. Insatisfecho sobre la manera en que el equipo había construido el juego en la medular, tal como reconoció públicamente, Aleix Garcia fue el principal damnificado y su lugar lo ocupó Pere Pons. El técnico también dio entrada al Choko Lozano por un Stuani que durante la semana sólo había completado un entrenamiento por unas molestias físicas. Menos cosas tocó Julen Lopetegui, que decidió hacerse fuerte con su idea y mantuvo en el banquillo a Courtois, Modric y Varane. Keylor Navas fue, pues, el encargado de defender la portería blanca, mientras que Casemiro, Kroos e Isco llevaron la batuta en un medio del campo que de inicio se vio ahogado por el empuje de un Girona ilusionado y combativo que volvió a salir sin complejos contra un rival superior. Antes del minuto diez los blancos avisaron mediante Benzema, que remató en fuera de juego. La respuesta del Girona no se hizo esperar y un contraataque conducido por Portu dejó una pelota muerta en la frontal del área, que Borja colocó en la escuadra. Montilivi no se lo creía. Su equipo volvía a dominar al todopoderoso Madrid.
Empujados por este arrebato y por un público entregado, los gerundenses dispusieron de más ocasiones para ampliar la ventaja, pero Navas sacó un buen remate de chilena de Juanpe y Pere Pons acabó chutando alto un doble remate desde fuera del área.
Entre tanto, abucheos unánime contra Javier Tebas después de conocerse que el presidente de la Liga tiene intención de llevarse el Girona-Barça a Estados Unidos y cánticos en contra de esta decisión como “El Girona juega a Girona” y “De Girona no nos moverán”.
A pesar del gol y a diferencia del año pasado, el Madrid no le perdió la cara el partido y en una rápida combinación en que Bono salvó el empate en un uno contra uno ante Isco, Asensio cogió el rebote y Muniesa lo hizo caer. El árbitro valenciano, Martínez Munuera, señaló un penalti muy discutido por la afición. En ausencia de Cristiano, Sergio Ramos volvió a asumir la responsabilidad desde los once metros y puso la igualada en el marcador en un perfecto lanzamiento al estilo Panenka. Gareth Bale, el hombre a quien Lopetegui ha entregado este año los galones en ausencia del portugués y de otros fichajes de renombre, lo intentó nada más empezar la segunda parte con un par de jugadas consecutivas pero se chocó, de nuevo, con el acierto del portero gerundense. Después de una de estas acciones, Asensio se hizo con el control de la pelota dentro del área superando a Pere Pons que acabó cometiendo un segundo penalti, bastante menos protestado que el primero. Esta vez, Karim Benzema fue el encargado de transformarlo con un lanzamiento ajustadísimo al palo y que derribó los planes de un Eusebio, que acababa de hacer entrar Stuani por Lozano.
El Girona siguió yendo a buscar la portería rival y el Madrid lo hizo pagar con otro contragolpe que condujo y transformó Bale, con otro gol. Quedaba media hora, pero un Girona visiblemente cansado ya no pudo volver a poner el Madrid contra las cuerdas. Benzema, nuevamente, puso la rúbrica al partido marcando el cuarto y definitivo gol a diez minutos del final.