La espina de Federer
El suizo lleva diez años sin coronarse en Flushing Meadows
Roger Federer todavía tiene desafíos. Este año el Open de EE.UU es un objetivo clave para el suizo, que dominó el torneo ganando cinco títulos consecutivos de 2004 a 2008, pero que lleva una década sin coronarse en Nueva York. Mirando atrás, Federer recuerda por qué el de Flushing Meadows era un grande que parecía hecho a su medida. “Me venía rodado, claro que también era el número uno entonces”, analiza. “En esa época, no perdía mucho y cuando llegaba aquí tenía la respuesta para todos mis contrincantes, en todas las condiciones, con viento, de día o de noche. Me encantaba todo acerca de Nueva York. Creo que por eso raramente hice un mal torneo, porque me gusta jugar aquí. La velocidad de la pista me va bien. Estoy feliz en esta ciudad”.
Pero las cosas cambiaron en el 2009, cuando Del Potro le arrebató el título en la final y se llevó su único Grand Slam. “Sigo deseando que pudiera volver a disputarse ese partido”, explica el helvético. “Fue una pena no poder ganar”.
Esa derrota marcó el principio de una sequía de trofeos en las pistas de Flushing Meadows. “Los últimos diez años han sido un poco más difíciles. Aun así, he estado cerca. Ha habido oportunidades y también algunas cosas de las que me arrepiento, pero mi experiencia personal con los cinco seguidos es increíble, y estoy muy orgulloso de ese logro”.
Después de empezar la temporada conquistando en Australia su vigésimo Grand Slam, Federer consiguió unos meses después volver a lo más alto del ranking, por primera vez en cinco años, y se convirtió en el jugador más veterano en erigirse número 1. Hoy, con 37 años recién cumplidos, llega a Nueva York sin problemas de salud, algo que el tenista aprecia mucho después de haber tenido que saltarse la edición del 2016 y de jugar a la sombra de una lesión en el 2017. Ahora la confianza resuena en sus palabras. “Este torneo es una prioridad aún mayor este año. Especialmente porque no pude competir hace dos años y el pasado no estaba al 100%. Estoy
LA CONFESIÓN DEL HELVÉTICO “Este torneo es una prioridad aún mayor para mí este año, ganar lo significaría todo”
muy emocionado y feliz de volver aquí sano y sintiéndome bien. Ganar lo significaría todo para mí, naturalmente, pero me lo voy a tomar paso a paso”. El primero de ellos, esta noche, ante Yoshihito Nishioka, 177 de la clasificación, en la Arthur Ashe, una pista que sólo le ha visto perder una vez en sesión nocturna.