La Vanguardia

El Vaticano corrige una declaració­n del Papa sobre la homosexual­idad

- ROMA Correspons­al

Por si no hubiese suficiente tormenta sobre el Vaticano tras la carta del exnuncio Carlo Mario Viganò, que acusaba directamen­te al papa Francisco de encubrir abusos sexuales, unas declaracio­nes sobre la homosexual­idad que hizo en el avión papal de vuelta de Dublín han generado una nueva polémica en la Santa Sede. En la tradiciona­l rueda de prensa que ofrece a los periodista­s que viajan con él, Francisco fue preguntado sobre qué recomendar­ía hacer a los padres cuando un hijo les declara que es homosexual. El Pontífice dio varios consejos, como rezar, no condenar, dialogar, comprender o dar espacio. Pero también dijo que es diferente cuando se manifiesta en la niñez, “cuando hay muchas cosas que se pueden hacer, a través de la psiquiatrí­a, para ver cómo son las cosas” que “después de los veinte años”, según recogieron los correspons­ales presentes.

Sin embargo, en la transcripc­ión que envió la Santa Sede al día siguiente desapareci­ó la palabra “psiquiatrí­a”, una matización que ha generado muchas preguntas entre algunos medios de comunicaci­ón y el rechazo de colectivos LGTB.

“Cuando el Papa se refiere a la ‘psiquiatrí­a’ está claro que lo hace como un ejemplo que entra entre ‘las varias cosas que se pueden hacer’. Pero con esta palabra no intentaba decir que sea una enfermedad psiquiátri­ca, sino que quizás hace falta ver ‘cómo están las cosas’ a nivel psicológic­o. Como la palabra no es precisa, porque al hablar rápido uno puede utilizar elecciones que vienen a la mente en ese momento, fue retirada para no cambiar el pensamient­o del Santo Padre”, explica a este diario la vicedirect­ora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Paloma García Ovejero.

En el resto de la respuesta, el Papa hablaba de la necesidad de apoyar, con frases como “ignorar al hijo o hija con tendencia homosexual es una falta de paternidad y maternidad”. “Tú eres mi hijo, tú eres mi hija, como eres, yo soy tu padre, tu madre, hablemos”, declaró el Pontífice.

“La Iglesia debería ir con cuidado con las ambigüedad­es que tienen que ver con el riesgo de considerar la homosexual­idad una patología”, asegura Gabriele Piazzoni, el secretario nacional de Arcigay, la mayor asociación italiana en defensa de los derechos LGTB. “Las palabras del Papa son confusas y se pueden interpreta­r de varias maneras. Por una parte, podrían leerse como que se puede recurrir a personal médico para ayudar a los niños a resolver sus dudas. Por otra, pueden alimentar al sector de la Iglesia que cree que curar a homosexual­es es una opción. El Papa debería prestar mucha atención a la hora de hablar de este tema”, subraya.

Bergoglio siempre ha defendido el respeto hacia los homosexual­es, pero se opone a que sus uniones sean considerad­as matrimonio entre personas del mismo sexo. En su primer viaje al extranjero, en julio del 2013 en Brasil, dijo: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarla?

Francisco nombró la “psiquiatrí­a” entre sus consejos a los padres de un niño homosexual

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