Barcelona prueba reducir el vertido de aguas residuales en las playas
Barcelona iniciará en septiembre una prueba piloto en su red de alcantarillado para controlar y reducir el impacto de los desbordamientos de aguas residuales durante los episodios de tormenta que desembocan en el litoral. Según informó ayer el Ayuntamiento, el nuevo sistema de gestión en la red de alcantarillado urbano evitaría el derrame de agua no tratada en ríos y playas, algo que pasa actualmente en periodos de lluvias intensas o prolongadas. En estos episodios, el volumen de agua transportado por el alcantarillado puede llegar a superar la capacidad de las plantas depuradoras, haciendo que se desborde antes de ser tratada. Podría contaminar las zonas de baño cercanas a la ciudad y suponer un riesgo para la salud.
Para evitar el riesgo, se comprobará si la red de alcantarillado de Barcelona puede ser más eficiente con la implantación de modelos hidráulicos que traten el exceso de residuos que llegan a las depuradoras, medidas de gestión microbiológicas a tiempo real y herramientas de análisis del riesgo para la salud. Además, se minimizarán los riesgos sanitarios para los bañistas y aumentarán la conciencia ciudadana sobre los impactos ambientales y de salud relacionados con las descargas de aguas pluviales.
Xavier Martínez, responsable del centro tecnológico Eurecat, ha asegurado que “tendrá un impacto directo en la calidad de las playas de la ciudad y ayudará a mejorar en más de un 10% las aguas de baño que no se consideran excelentes”. Asimismo, se reduciría en un 30% el impacto sobre el medio ambiente la carga contaminante vertida durante lluvias intensas.
La prueba está prevista que comience el 1 de septiembre y termine el 31 de diciembre del 2021. Cuenta con un presupuesto global de 2.274.164 euros, de los cuales el 60% es financiado por el programa LIFE de la Unión Europea.
El ensayo, llevado a cabo simultáneamente en Berlín, se engloba dentro del proyecto iBathwater, liderado por el centro tecnológico Eurecat, con la participación del Ayuntamiento, Barcelona Cercle de l’Aigua, Adasa Sistemas y el Centro de Investigación del Agua de Berlín. Laia Cases, coordinadora del proyecto, advierte que “la gestión in situ del alcantarillado tendrá un impacto directo en la economía local y turística de la ciudad”, al ser “un activo muy importante” en las playas de Barcelona y alrededores.