Grandes y pequeños
Es un problema destacado de nuestro país, y más si lo comparamos con el resto de Europa. Y no parece que nos preocupe mucho, ya que ha aumentado en los últimos años.
Es difícil de resolver pero hay que hacerlo. Afecta a nuestra economía, a todas las capas sociales y a nuestros socios europeos, si bien en menos proporción. Una solución a nivel europeo sería adecuada pero lenta, dada la poca celeridad a que nos tiene acostumbrados la UE en sus decisiones. Con un gobierno europeo, no un grupo de gobiernos, quizás las cosas cambiarían.
Mientras tanto, emergen opiniones que no comparto. Como las de un informe sobre tributación empresarial que publicó la CEOE en julio, donde se dice que la economía sumergida se debe principalmente a las pymes. Ni más ni menos, que “¡se concentra en volúmenes de negocio pequeños”!
Eso no es verdad. Lo sería si sólo habláramos del número de empresas porque, evidentemente, las pymes son más numerosas; pero tenemos que hablar de la cantidad total de evasión fiscal y esta se concentra principalmente en grandes empresas. En este sentido, tenemos prácticas de evasión fiscal como son los “precios de transferencia o precios vinculados” de compañías con filiales en diferentes países, que concentran sobre las ganancias los márgenes de beneficio
La economía sumergida no es cosa de las pequeñas empresas, aunque son las que paguen más impuestos
en los precios de venta de filiales ubicadas en países con baja fiscalidad y los facturan a filiales ubicadas en países de alta fiscalidad. U otro caso: empresas conocidas que no pagan impuestos aquí sino en países fiscalmente baratos como Irlanda.
Del mismo modo, un informe de Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, señala que “el 72% del fraude fiscal proviene de las grandes empresas y las grandes fortunas”. Lo que realmente pretende el informe de la CEOE es justificar que no se tiene que aumentar el impuesto de sociedades a las grandes empresas, ahora que el Gobierno anuncia una subida. Pero justificarlo a fuerza de denunciar a las pymes no me parece justo.
¿Por qué no se reconoce que las pymes siempre pagan más impuestos que las grandes empresas? Porcentualmente, más del doble, como han reconocido el señor Cristóbal Montoro, exministro de Hacienda, y ahora también la actual ministra, la señora María Jesús Montero, cuando quiere recaudar más a las grandes y de rebote equilibrar lo que pagan grandes y pequeñas empresas. Hace falta una fiscalidad específica y competitiva para las pymes.
Claro está que la economía sumergida se tiene que combatir. Entre otras medidas, sería bueno volver a hacer deducibles de la renta ciertos gastos familiares, como ya se había hecho antes.
Pero empezamos por hacer una lista de todas las variantes de economía sumergida, que son muchas y muy imaginativas, y después ya nos implicaremos todos, en el sentido más amplio, a atacar el problema, y no “pasando la pelota” a las pymes.