Retirada de lazos.
Rivera y Arrimadas lideran una concentración de apoyo a la mujer agredida
Los líderes de Ciudadanos Rivera y Arrimadas, que han animado a la militancia a retirar símbolos soberanistas, predicaron con el ejemplo en Alella. Y se manifestaron en apoyo a la mujer agredida en la Ciutadella.
La polémica por los lazos amarillos en las calles y en edificios públicos de la Generalitat se ha transformado en una tormenta política y en arma arrojadiza entre partidarios y detractores de la independencia de Catalunya. Ayer el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, y la líder del partido en Catalunya, Inés Arrimadas, encabezaron una concentración convocado por su partido en apoyo a la mujer agredida el fin de semana cuando retiraba estos símbolos en Barcelona. La concentración se transformó en un acto de reivindicación de la unidad de España.
Por la mañana, ambos políticos recorrieron las calles del municipio de Alella, retirando ellos mismos estos símbolos, que inmediatamente fueron repuestos por vecinos de esta localidad del Maresme. Con esta acción quisieron transmitir el mensaje de que el espacio público “es de todos” y que las personas que quieran quitar estos lazos de las calles “están en su derecho”.
En Ciutadans creen que uno de los errores del constitucionalismo ha sido dejar que el movimiento independentista se “apropiara” del espacio público sin que la otra parte opusiera resistencia, dando la sensación de que el soberanismo es hegemónico y acallando a las voces discrepantes. Por eso defienden la retirada de lazos, con los que el soberanismo reivindica la libertad de sus líderes en prisión preventiva.
“Hemos querido limpiar el espacio público” de esta simbología, “como hacen otras personas”, aseguró Rivera, acción en la que persistirán hasta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “reacciones ante esta ocupación”. El presidente de Ciutadans cargó contra la postura adoptada por el Ejecutivo socialista, al que acusó de “pasividad”. El Ministerio del Interior acordó abordar el asunto de los lazos en la próxima junta de seguridad que se celebrará el día próximo día 6.
Arrimadas, que fue ovacionada por los cerca de mil asistentes en la concentración de ayer frente al parque de la Ciutadella, acusó al independentismo de “apropiarse” de las calles con el beneplácito del Govern de la Generalitat, a la vez que defendió a la mujer atacada el fin de semana. Ciutadans sigue manteniendo que se trata de una agresión por motivos políticos.
“¡Presidenta!, ¡Presidenta!”, coreaban los convocados ayer cuando Arrimadas llegó a la Ciutadella, eclipsando la presencia de Rivera. La estrella indiscutible de la concentración fue ella. Los manifestantes la recibieron con decenas de banderas de España, gritos de “Viva el Rey”, “Las calles son de todos”, “Todos somos Lidia” –en alusión a la mujer golpeada–, “Viva la Guardia Civil” y “Fuera los Mossos”. Los reproches a la policía catalana y a TV3 fueron especialmente persistentes. Tanto, que un grupo de los allí presentes la emprendió a golpes contra un cámara de Tele-Madrid, al pensar que llevaba un símbolo amarillo y confundirlo con un periodista de la cadena autonómica de Catalunya. El cámara fue agredido y recibió cuatro puñetazos. Los Mossos tuvieron que intervenir y apartar a los agresores. Ciutadans condenó los hechos en un comunicado y lamentó que “un grupo infiltrado y radical” atacase al periodista. Denunciaron asimismo que este grupo increpó a la dirección de Ciutadans cuando les pidieron que abandonasen el acto.
En la concentración también participaron varios diputados de la formación naranja, la exministra de Sanidad del PP Dolors Montserrat, o el diputado en el Parlament Santi Rodríguez. El PSC no participó en este acto.
“Estamos aquí porque estamos cansadas de que los independentistas piensen que son los dueños de Catalunya, los lazos nos hacen sentirnos excluidas y el Govern nos arrincona”, explicaban Teresa, María y Pilar, tres militantes de Ciutadans que acudieron al acto. “Cuando salgamos de aquí me tengo que quitar la pegatina con la bandera de España porque si no me llaman facha”, seguía María mientras de fondo sonaba el himno de España y, luego, el “Que viva España” de Manolo Escobar.
“¡Catalunya es de todos!”, seguían los manifestantes, entre los que abundaban las personas mayores, igual que ocurre en las concentraciones soberanistas.
Un cámara de Tele Madrid fue golpeado porque sus agresores pensaban que era un trabajador de TV3