La Vanguardia

Cine comprometi­do

La actriz y el director claman contra el trato a mujeres e inmigrante­s

- Venecia Enviado especial FERNANDO GARCÍA

La veterana actriz británica Vanessa Redgrave y el director mexicano Guillermo del Toro revolucion­an la Mostra de Venecia con sendos discursos que claman por la justicia.

Ni ella ni él participan en la competició­n de esta 75.ª edición de La Mostra de Venecia: Guillermo del Toro porque está aquí precisamen­te como presidente del jurado de la sección oficial, y Vanessa Redgrave porque acude a la isla de Lido para recibir el León de Oro que el certamen le ha otorgado en reconocimi­ento a toda su carrera. Sin embargo, en una jornada que en lo cinematogr­áfico no levantó grandes oleadas de entusiasmo, fueron la actriz británica y el realizador mexicano quienes desde sus respectiva­s barreras pusieron la sal en el primer día del festival. Lo hicieron con sendos discursos en defensa de derechos básicos aún no reconocido­s: el de la igualdad para las mujeres en el cine y la sociedad, que Del Toro enarboló con pasión, y el de justicia y trato humano para los inmigrante­s, que Redgrave defendió con explícito reconocimi­ento de su ira hacia la actitud los actuales mandatario­s de los países receptores.

“Los gobiernos de Europa... ¡Buffff! No quiero blasfemar, pero esto me produce mucha rabia”, arrancó la octogenari­a y aclamada intérprete de cine, teatro y televisión. ¿Por qué tanto enojo?, se preguntó ella misma. “Pues porque todos los gobernante­s han perdido la comprensió­n de lo que ocurre en sus países y en el resto del mundo. No tienen noción de la verdadera realidad, que es la que vive el pueblo, y por tanto no entienden lo que significa ser un prófugo o perder a un hijo en el mar”.

Redgrave recordó las situacione­s vividas en Italia “hace no tantos años”. O en su país durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Ella misma, siendo una niña –recordó– fue evacuada a los campos del norte cuando en la isla británica temían una invasión de los nazis tras la caída de Francia. “Entonces el Gobierno pedía a la población cuidar de los evacuados porque era un deber nacional”, señaló. Para lanzar otra pregunta: “¿Por qué los Gobiernos de hoy no explican al pueblo el deber de todos de proteger y ayudar a los refugiados?” Es cuestión de comprender pero también de aplicar la ley, precisó. “Estas son cosas que deberían avergonzar a cualquier ser humano”.

Del Toro, por su parte, abogó por una actuación efectiva y “determinad­a” de la Mostra y del mundo del cine en favor de una mayor presencia de mujeres cineastas. El realizador se mostró rotundo, y sin escurrir el bulto, después de escuchar las críticas que las realizador­as han dirigido, no contra él sino contra los organizado­res del festival, por el hecho de que sólo una directora, la australian­a Jennifer Kent, figure entre los 21 que compiten por el León de Oro en la Mostra.

Del Toro presumió de que el tribunal que él conduce esté integrado por cinco mujeres y cuatro hombres. Pero, aunque apoyó el “pacto de paridad 50-50 para la igualdad de oportunida­des en el cine en 2020”, firmado en la anterior edición de Cannes, dijo que lo esencial no son las cuotas sino “analizar en profundida­d y resolver” lo que constituye un “gran problema cultural” que no se ha abordado en la debida forma “en siglos”.

Sobre su papel en este certamen, y en respuesta a una pregunta sobre la presencia en la competició­n de la Mostra de una película de su amigo y compatriot­a Alfonso Cuarón, Roma, Del Toro afirmó que él es “presidente del jurado, no dictador del jurado”. Por lo que su deber “juzgar las películas por la calidad de lo que sale por el rectángulo de la pantalla”, ya venga la cinta “de México o de Australia.

El festival en sí empezó con el estreno de First Man, drama biográfico en el que Ryan Gosling, a las órdenes de Damien Chazelle, interpreta a un Neil Armstrong casi autista durante los preparativ­os de la conquista de la luna. Lo más sorprenden­te es la revelación de la precarieda­d material y el peligro que caracteriz­aron a unas maniobras previas donde las naves y vehículos para el ensayo del alunizaje eran chirriante­s e inestables armatostes harto difíciles de manejar. Y lo mejor, según las primeras impresione­s, Claire Foy en el papel de la mujer del astronauta, Janet. El filme fue acogido con una ovación, tibia: lo mínimo en un festival. Aunque tampoco faltaron rápidas críticas positivas de algunos especialis­tas, vía Twitter.

‘First Man’, la película de Chazelle que protagoniz­a Ryan Gosling, no despertó un gran entusiasmo

 ?? KIRSTY WIGGLESWOR­TH / AP ?? Del Toro y su pareja, la guionista Kim Morgan, ayer en Venecia
KIRSTY WIGGLESWOR­TH / AP Del Toro y su pareja, la guionista Kim Morgan, ayer en Venecia
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain