El fabricante de pistolas 3D venderá los planos por e-mail
Wilson dice que el juez impidió sólo colgarlos en internet
“Todos los que quieran estos archivos en Estados Unidos los tendrán”, aseguró Cody Wilson en su comparecencia a la prensa el lunes en referencia a las instrucciones necesarias para fabricar pistolas de plástico caseras mediante impresoras 3D que ha diseñado su compañía. Wilson, responsable de la empresa Defense Distributed, ha encontrado una brecha por la que sortear el fallo judicial de principios de agosto que le prohíbe distribuir los mencionados archivos para que se puedan descargar por internet.
La compañía de Texas, apoyada por grupos proarmas y que había llegado a un acuerdo con la administración de Donald Trump, alega que los tribunales se refieren a “la distribución gratuita de los planos” y a la seguridad en el envío de estas instrucciones de impresión en tres dimensiones. Pero nada impide, según considera, una “comercialización responsable”.
“La orden nos prohibió simplemente regalar las cosas, pero estamos autorizados a venderlo, ya que podemos enviarlo por correo electrónico
o en una memoria USB, de manera segura”, anunció Wilson en la sede de Defense Distributed en Austin, determinado a iniciar la “era del arma descargable”.
El juez de Washington, Robert S. Lasnik, autor del fallo, afirmó en el escrito que la publicación de las instrucciones supondría “una probabilidad de daño irreparable” al difundirse unos tutoriales de forma masiva que son indetectables
por los dispositivos de seguridad. El magistrado anuló in extremis el 1 de agosto la publicación de los manuales.
Esa fue la conclusión de una batalla legal de cinco años en la que el gobierno del expresidente Barack Obama (2009-2017) argumentó que esos manuales violaban las leyes de exportación de armas de
fuego ante dos jueces federales y de que el Tribunal Supremo se negase a oír el caso.
Sin embargo, en una decisión abrupta, el Gobierno de Trump llegó a un pacto en junio con Defense Distributed para permitirle volver a distribuir las instrucciones de impresión a través de internet, tal y como hizo en el 2013 antes de que su actividad fuera bloqueada. Fiscales de varios estados presentaron la denuncia que finalmente publicó el juez Lasnik.
En medio de la controversia, Trump opinó que no tenía “mucho sentido” que se pudieran imprimir estos dispositivos en casa, pese a que su propio Gobierno lo había permitido.
Defense Distributed señaló que el lunes, en la hora que duró la rueda de prensa, la compañía había recibido unos 400 pedidos “entre 1 y 15 dólares”. La publicidad generada por “la pelea legal”, como ha calificado Wilson a los intentos de frenar la distribución de estas armas, asegura que le ha permitido recaudar 200.000 dólares en donaciones en una semana, la mitad de lo que dice necesitar para continuar.
“La orden nos prohibió sólo regalar las cosas, pero estamos autorizados a venderlo de forma segura”