Pánico a una Premier de segunda
Las estrellas se protegen por si la libra se desplomase con la salida del Reino Unido de la UE
Seis futbolistas comandan la clasificación de goleadores de la Premier con tres goles por barba después de las tres primeras jornadas. Son Sergio Agüero, Richarlison, Sadio Mané, Mitrovic, Lucas Moura y Roberto Pereyra. Ninguno es inglés. En la lista hay dos argentinos, dos brasileños, un senegalés y un serbio. A ellos les gusta marcar goles, no que se los metan.
Y son la punta del iceberg. Todos los cracks de la ampulosa liga inglesa, la más rica del mundo, están preocupados por lo que les puede suceder a su sueldo con la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
La caída de la libra esterlina con respecto al euro desde el referéndum del 23 de junio de 2016 ha sido de un 14%. Ahora mismo una libra corresponde a 1,10 euros. Es decir que se ha depreciado tanto que casi se puede hablar de paridad entre ambas monedas. De ahí el temor de los mejores pagados del torneo que mejor paga a sus jugadores. ¿Qué pasará con sus emolumentos cuando finalmente el Reino Unido abandone la UE? ¿Y si el euro se vuelve más poderoso que la libra? ¿Puede bajar la Premier a Segunda?
Pogba, Hazard, De Bruyne o Eriksen no lo permitirían. Así que, por si acaso, los jugadores empiezan a cubrirse las espaldas y han proliferado las empresas que se dedican a garantizar un tipo de cambio fijo durante meses y años. Las compañías se llevan entre un 1 y un 3% de comisión de la cantidad asegurada. Las estrellas saben así que pararían el gol por la escuadra en caso de que la libra se desplome.
En la Premier hay muy pocos futbolistas que jueguen por amor a la camiseta y al escudo y muchos que juegan con la mano en el bolsillo. Los canteranos de cuna son una minoría. Sólo hay que mirar las plantillas de los grandes para darse cuenta de que los vestuarios son auténticas torres de babel. Hasta de Filipinas, como el portero Etheridge, llegan para cumplir su sueño de toda la vida. Lo que significa que pocos cuentan en pounds y que casi todos tienen la calculadora a mano.
Los big-six que suelen copar los primeros puestos a final de cada temporada están repletos de jugadores extranjeros. En el Liverpool son 15 más Klopp. El Tottenham de Pochettino y el United de Mourinho tienen a 18 foráneos. En el City llegan a ser 19 más Pep Guardiola en el banquillo, igual que en el Chelsea, ahora con Sarri. El Arsenal, siempre cosmopolita desde la llegada de Wenger, tiene el récord con 20 extranjeros, entrenados por Emery.
Eso se traslada a los banquillos, donde sólo cinco de los veinte equipos de la Premier tienen entrenadores británicos: Howe (Bournemouth), Hodgson (Crystal Palace), Warnock (Cardiff), Hughes (Southampton) y Dyche (Burnley).
Es decir, que la fortaleza de la libra es, además de un reparto equitativo de los derechos televisivos, uno de los argumentos de los clubs a la hora de fichar. Hasta que se demuestre lo contrario, los mejores secretarios técnicos de la Premier siguen siendo Matthew Boulton y James Watt, los empresarios cuyos rostros aparecen en el reverso de los billetes de 50.
¿Pero hasta cuándo?
Con el Brexit puede que las condiciones para conseguir el permiso de trabajo se endurezcan. Algo que ya preocupa a los presidentes de los clubs. “La depreciación de la libra causada, sobre todo, por la incertidumbre sobre el Brexit, ya hace que esté siendo más difícil para los clubs acometer fichajes. Además, si la libre circulación de personas termina va a ser complicado conseguir futbolistas jóvenes de talento, ya que el Gobierno pondrá condiciones más restrictivas para conseguir visados”, apunta Mike Garlick, mandatario del Burnley.
Para los jugadores es una novedad. En cambio, los clubs hace tiempo que se protegen ya que los premios de la Champions League y la Europa League, organizada por la UEFA, los cobran en euros y los patrocinios por jugar, por ejemplo, la Internacional Champions Cup que se organiza cada verano en Estados Unidos se ingresan en dólares.
Incluso el Manchester United, uno de los equipos más solventes del planeta, ya se ha tenido que plantar cuando alguna incorporación preguntó si podía cobrar en euros. “Es comprensible pero nosotros somos una compañía de libras”, aclara Cliff Baty, el director financiero de los diablos rojos, al Financial Times. Si hay algo en lo que los cracks del balón son unos especialistas en el catenaccio es para defender su cuenta corriente.
PREOCUPACIÓN
Algún fichaje del Manchester United ya ha preguntado si puede cobrar en euros; el club se negó
‘CATENACCIO’ FINANCIERO
Los futbolistas contratan empresas, que por una comisión, les aseguran un cambio fijo para el futuro