“En Catalunya hace falta una mayor empatía”
Ramon Espadaler (Sant Quirze de Besora, 1963) sigue enarbolando la bandera de un catalanismo que apuesta por tender puentes con Madrid y no en demolerlos. Una apuesta por la que está pagando un alto precio personal ya que está en el centro de las críticas independentistas.
¿Se ha ido de vacaciones tranquilo o preocupado por el otoño político que se acerca? No creo que se repita el incendio político y social del año pasado, pero será un otoño muy intenso. Así que recomiendo descansar en estas vacaciones.
¿Elecciones anticipadas? No es un escenario deseable, pero no es descartable. La apuesta de los partidos independentistas por la desestabilización, con el nacimiento de la Crida, ponen en crisis la estabilidad del Govern. También la del Gobierno central. El independentismo debe decidir si apuesta por la ruptura o el camino del diálogo. Los dos caminos a la vez no son transitables.
¿Pasa las vacaciones en Catalunya o es más de ir de viaje?
Soy de pasarlas en familia. Y que sean tranquilas. Pero este año nos hemos ido a Roma, donde hemos alquilado un apartamento. Mis tres hijos son muy aficionados a la música clásica y tenemos previsto un amplio programa de conciertos.
¿Se llevará lecturas a Roma?
Quiero recuperar algunas cosas de Montaigne. Soy más de ensayos que de novela.
¿Otras aficiones estivales?
Andar por la montaña. Ando unas dos horas y media por la mañana. Me permite pensar, reflexionar, decidir muchas cosas...
Este verano ha surgido el debate sobre la muerte o no del catalanismo...
No ha muerto. El catalanismo es reforma y estabilidad, por eso los adversarios de la estabilidad y las reformas son tan hostiles con él. Pero en el último congreso del PDECat y con el surgibería miento de la Crida de Puigdemont hemos visto como el independentismo rompe profundamente con la tradición del catalanismo, que intervenía en la política española para aportar estabilidad. Ahora lo hace para desestabilizar. Eso de- hacer reflexionar a muchos independentistas. La Crida entierra el catalanismo, es su antítesis.
Qué papel puede tener Units en este debate? ¿De agrupamiento de los convergentes posibilistas?
Nos obliga a buscar ese espacio para el pacto. Queremos trabajar el terreno del pacto y recoger y representar esa tradición pactista del catalanismo.
Este verano sigue la polémica por los lazos amarillos en plazas y edificios públicos.
El derecho a expresarse libremente y a la protesta se debe garantizar, pero al mismo tiempo este no puede entrar en colisión con el derecho y la obligación de la neutralidad de los espacios y servidores públicos. Esto exige a todos un gran esfuerzo de empatía.