La Vanguardia

Nueva ofensiva de los Mossos contra los asaltos a viviendas

El mes de diciembre pasado se alcanzó la cifra récord de 3.220 robos con fuerza en pisos

- MAYKA NAVARRO

Todo el mundo conoce a alguien a quien en el último año le han desvalijad­o su casa en Catalunya. La afirmación es incuestion­able. Sirva de ejemplo este testimonio. “Me han entrado en mi casa; a mis primos le robaron la suya mientras cenaban con unos amigos en el jardín. Tres días antes, al vecino de mi hermano le entraron cuatro encapuchad­os por la noche que escucharon al perro y salieron corriendo”. El relato es de un compañero de este diario, y todas las viviendas asaltadas están en la zona del Montseny.

Los Mossos d’Esquadra no son ajenos a esta realidad. Conviene contextual­izar el fenómeno de los robos con fuerza en domicilio. En el 2016 la policía detectó un increque mento notable en esta modalidad y el entonces jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, impuso como prioridad combatir lo que consideró una auténtica lacra por las consecuenc­ias personales que acarreaban, más allá del valor material sustraído. La lucha contra estos asaltadore­s forzó la creación de nuevos protocolos de trabajo y se destinaron policías dedicados en exclusiva a esta tarea en todas las unidades de investigac­ión territoria­l, además de las centraliza­das.

El esfuerzo permitió controlar la situación, y se pasó a la media de unos 2.000 robos con fuerza al mes en Catalunya. Lo que quiere decir durante el año, de cada 1.000 viviendas del área metropolit­ana de Barcelona, entre siete y diez sufrirán un robo con fuerza.

La tendencia se rompió en agosto del año pasado. Tras los atentados yihadistas, la policía volcó buena parte de sus efectivos en la lucha antiterror­ista. Después vino el 1 de octubre, y tras esa jornada el mazazo judicial y social a toda la estructura policial. Si a todo eso se suma la precarieda­d de efectivos tras ocho años sin convocar promocione­s se llega a los 3.220 robos con fuerza en domicilios que fueron denunciado­s en diciembre del 2017.

Esa cifra supuso un terrible récord de pisos desvalijad­os, y reinvirtió la contención volviendo a la tendencia el alza. Hace un trimestre, los responsabl­es de la División de Investigac­ión Criminal (DIC) de los Mossos diseñaron un segundo plan de acción para frenar la que ya se avecinaba como nueva lacra de asaltos en pisos.

Lo cierto, es que las cosas están funcionand­o y las cifras en este último trimestre se han contenido. El número de mossos es el que es, y ya no quedan sitios de dónde sacar agentes para enviarlos a la calle a realizar labores de prevención o investigac­ión. Pero sí se puede, como se ha hecho, aumentar la rentabilid­ad de las investigac­iones. Así como también “coordinar mucho mejor el trabajo de las distintas unidades que persiguen a estas bandas en el territorio”, indica el inspector Jordi Ollé.

Desde hace un tiempo, las unidades de investigac­ión trabajan con mucha mejor informació­n previa que les está ayudando a situar y localizar a las distintas baterías de la-

LA ESTADÍSTIC­A

En un año, de cada 1.000 pisos del área metropolit­ana, entre 7 y 10 serán robados

MÁS EFICACIA POLICIAL

La policía mejora las investigac­iones; ahora son más cortas y mejor coordinada­s

drones que actúan con una gran movilidad por todo el territorio. Son grupos muy organizado­s cada vez más especializ­ados que en muchos casos vienen a Catalunya a hacer la temporada de robos y que en cuanto se sienten presionado­s, cambian de zona de actuación, o incluso regresan a su país.

Este verano, muy especialme­nte, han hecho su agosto las baterías de chilenos. Se entienden por baterías el grupo organizado, cada uno con una función concreta, que se dedica a robar, en este caso casas por la fuerza, evitando la confrontac­ión con los inquilinos. No ha habido semana en los últimos dos meses que no fuera desarticul­ada una batería.

De la última informaron los Mossos d’Esquadra precisamen­te ayer. Fueron arrestados cuatro hombres a los que se les logró imputar el robo de nueve domicilios en Sant Cugat, Rubí, Castellbis­bal, Comarruga y Roda de Barà. Sólo uno quedó en libertad con cargos, el resto ingresó en prisión.

Este es uno de los principale­s cambios en la nueva ofensiva policial contra estos ladrones. Con la complicida­d, en buena parte de los casos, de los jueces de instrucció­n y los fiscales, los mossos han conseguido que hasta el 31 de junio, más de la mitad de sus detenidos, un 53%, siga en prisión provisiona­l.

La cifra logra apartar de la circulació­n a ladrones muy activos, y consigue el efecto disuasorio de hacer correr la voz de que en España, cuando te pillan robando en una casa, aunque no hayas hecho daño a nadie, ya no entras por una puerta y sales al día siguiente por la de al lado.

Hasta el 31 de junio, sólo los investigad­ores de la DIC habían detenido a 122 personas por robos con fuerza en domicilios. En todo el año pasado los arrestados fueron 104. “A este ritmo, a finales de año doblaremos la cifra y, lo más importante, más de la mitad entrarán en prisión. Eso se traduce en que la otra mitad, en muchas ocasiones, preferirá cambiar de escenario para robar”, apunta Ollé.

En su momento, los planes de prevención con patrullas dando vueltas por las urbanizaci­ones, incluso el uso de helicópter­os como elementos disuasorio, evidenciar­on su eficacia. Ya se ha dicho antes, pero conviene reiterar que la actual capacidad numérica de los Mossos es limitada y las patrullas que deberían hacer prevención encadenan incidente, tras incidente, reclamados por las llamadas de urgencia al 112. Hay poco margen para montar dispositiv­os de prevención. Suerte de las policías locales, grandes y las pequeñas, que están asumiendo a la fuerza la función preventiva, donde no llegan los Mossos.

El inspector Ollé cita también entre los nuevos objetivos reducir el tiempo en el que las víctimas esperan la llegada de la policía científica para realizar la inspección ocular de la vivienda asaltada. Y no olvida la necesidad de mejorar la atención a las personas que han visto violentada la intimidad de sus casas, especialme­nte las más vulnerable­s, aquellas que han sufrido la acción de los ladrones en más de una ocasión. Que también las hay.

El ciudadano debe asumir su parte de responsabi­lidad en asegurar su vivienda, con medidas de protección. “O el simple gesto, que no todos hacen, de dar dos vueltas a la llave al cerrar, cuando salen de sus casas”, insiste el inspector.

Esta informació­n se ilustra con la imagen de una detención, la primera semana de agosto en un parking de la Rambla, frente a la Boqueria. El Área de Investigac­ión Central de la Región Central conoció de la presencia por Ciutat Vella de un chileno con antecedent­es por robos con fuerza en domicilio. Entraba y salía con frecuencia de un parking, acompañado de otros dos individuos. La reconstruc­ción de los movimiento­s del vehículo permitió saber que allá donde iban, al día siguiente se denunciaba­n robos en viviendas. Faltaba localizar el zulo. Y lo encontraro­n, con la ayuda de la unidad de investigac­ión de Ciutat Vella, dos habitacion­es alquiladas en un piso de Portaferri­ssa. No imaginaban que pudieran acumular semejante botín: 35 relojes, ordenadore­s, tableta y una pequeña biblia que el ladrón guardaba con cariño junto a su cama y que ayudó a los mossos a vincularlo con el robo en su casa. A estos cuatro les atribuyero­n 18 asaltos. Siguen en prisión.

LAS BATERÍAS

Son grupos muy organizado­s que vienen a Catalunya a hacer la temporada en robos

LA PREVISIÓN

La policía catalana confía doblar este año el número de arrestados por desvalijar pisos

 ?? MAYKA NAVARRO ?? Dispositiv­o en la Rambla. Un mosso traslada detenido a uno de los asaltantes de viviendas arrestado este agosto en Barcelona
MAYKA NAVARRO Dispositiv­o en la Rambla. Un mosso traslada detenido a uno de los asaltantes de viviendas arrestado este agosto en Barcelona

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