Champions sin respiro
Tottenham, Inter y PSV, primeros rivales de un Barça que busca exorcizar sus errores para volver a reinar en Europa
“Prometemos que este año vamos a hacer todo lo posible para que esta copa tan linda y tan deseada por todos vuelva a estar en el Camp Nou”. Las palabras de Messi en la presentación del equipo ya tienen destinatarios al margen de los aficionados blaugrana. Tottenham, PSV e Inter competirán con el Barcelona en el grupo B por dos puestos en las eliminatorias de la Liga de Campeones. Se trata de un grupo atractivo y heterogéneo, con representantes históricos y estilos muy definidos. El Barça parte como favorito en la clasificación, de la misma manera que el azar no condiciona excesivamente las aspiraciones del Atlético y el Real Madrid, aunque el nuevo entrenador blanco tendrá que afrontar un desplazamiento a Rusia, donde tuvo que hacer las maletas para despedirse de la selección, para enfrentarse al CSKA Moscú. El Roma, último verdugo del Barça y nuevo rival del Madrid, difundió un vídeo con un gol de Manolas al conjunto blaugrana para pedir irónicamente una ovación del Bernabeu para el defensa griego.
Los cuatro representantes de la Liga han evitado la gran amenaza del bombo 3, el Liverpool, pero no puede calificarse como afortunada la integración del Valencia en un paquete con el Juventus y el Manchester United además del debutante Young Boys suizo en el papel de cenicienta. “Será duro y difícil pero estamos muy ilusionados y con la máxima ambición para afrontarlo con optimismo”, declaró Marcelino García Toral. El técnico asturiano, que se estrena en la Champions, cataloga al ManU de Mourinho como equipo más físico de Europa y considera que, con la incorporación de Cristiano, el Juventus ha lanzado su candidatura para levantar la Copa de Europa 23 años después.
“Bueno, potente y bonito”. Así calificó Guillermo Amor el grupo B. “Me gusta porque son diferentes estilos de fútbol”, agregó el portavoz del Barcelona en el sorteo celebrado en el Foro Grimaldi de Mónaco. Se trata de adversarios con historia y con cartel europeo (al igual que el Barça, el PSV y el Inter han ganado tripletes incluyendo la máxima competición continental), atractivos para veladas europeas en el Camp Nou. Amor recordó el reciente 0-3 que el Tottenham ha endosado al Manchester United en la Premier. El equipo de Mauricio Pochettino lideró el año pasado la fase de grupos, con el Madrid en la segunda posición. Respecto al Inter, el último precedente resultó nefasto para el Barcelona, expulsado en las semifinales del 2010 contra el equipo entonces dirigido por José Mourinho. La expedición blaugrana tuvo que viajar a Milán en autocar a causa de la erupción de un volcán en Islandia y allí se dio de bruces contra el arbitraje de un compatriota de Mou: Olegário Benquerença: 3-1. En la vuelta en el Camp Nou la alineación de Eto’o como lateral definió el catenaccio de un Inter que resistió a duras penas (1-0). Y Mourinho saltó al terreno de juego para celebrarlo pero quedó empapado porque se activaron los aspersores...
A pesar de todo, las cuentas pendientes del Barcelona en Europa no son contra los rivales, sino consigo mismo. “Fuera de casa tenemos la experiencia del Roma del año pasado”, recordó Amor pidiendo máxima tensión en los desplazamientos, incluso al campo de un PSV que esta temporada dirige Mark van Bommel, el hombre que relegó a Iniesta al banquillo en la final de París del 2006. La primera posición de grupo para el conjunto de Valverde es un objetivo factible e irrenunciable, pero no garantiza nada. En las últimas tres temporadas el Barça se ha despedido de Europa en los cuartos (Roma, Juventus y Atlético) después de haber encabezado la liguilla, un caso opuesto al del Madrid, implacable en las eliminatorias.
Se intuyen las notas del himno de la Champions. 32 competidores, entre los cuales 13 campeones de Europa que acumulan 47 títulos, en busca de la final del Wanda Metropolitano (1 de junio) y de unas sustanciosas retribuciones. La UEFA distribuirá 1.950 millones de euros, un 53% más que en la pasada edición, de manera que si el Barça repite los cuartos de la temporada pasada ingresará cerca de 95 millones en lugar de los 57 que percibió, y el Madrid como campeón se embolsaría 131 millones, 41 más que en el pasado curso. Fluye el dinero (2,7 millones por victoria en la fase de grupos y 0,9 por empate) pero la tecnología permanece –como mucho, VAR sólo en la final– en una Liga de Campeones que estrena doble horario (18.55 h y 21.00 h), que no televisará partidos en abierto y permitirá cambiar a un cuarto jugador en las prórrogas de las eliminatorias.