Madrid, terreno de reconquista
Un simple vistazo al póster de la final de la Champions 2019, que se disputará en Madrid, concretamente en el Metropolitano, permite ver en color blanco el trofeo de la Copa de Europa pero alrededor los motivos que lo acompañan aparecen con una cierta tonalidad blaugrana. ¿Será una premonición? Es con lo que sueña la parroquia barcelonista, cansada de ver a su principal adversario levantar el título más prestigioso. No se puede exigir al Barça que gane la Liga de Campeones, pero sí que compita con más aplomo y poderío y que se supere a sí mismo. Su objetivo ha de ser estar al menos en las semifinales, volver al panteón de los más grandes de Europa, codearse de verdad con la élite en la competición más fascinante y la más compleja. No es un problema de regularidad porque el Barcelona acumula 14 ediciones consecutivas sin fallar en la fase de grupos. Ha habido temporadas con liguillas de más dificultad y otras de paseo militar. Esta vez se las verá con el Tottenham, el Inter y el PSV. Es un grupo muy atractivo y que obligará al Barça a poner los cinco sentidos desde el primer día pero no pasar esta ronda sí que sería un gran fiasco.
El asunto que solucionar para el Barcelona se encuentra lejos del Camp Nou, donde los clásicos de la plantilla barcelonista han sentido mucho frío en las últimas temporadas y no han dado la talla. Recuperar esa competitividad en los momentos de dificultad es esencial y lo que permitiría al Barcelona tener posibilidades de olvidar actuaciones de pesadilla. Habrá que ver si con Coutinho, que no jugó en Europa de blaugrana la pasada temporada, y con un Dembélé más asentado el Barça encuentra
El Barça sueña con la final del Metropolitano: en Madrid se ha hartado de triunfar en los tiempos modernos
nuevos asideros a los que aferrarse en la competición, más allá de sus habituales tótems. Para empezar, visitar San Siro, el Philips Stadion y el campo del Tottenham servirá de prueba para ver si el equipo de Valverde continúa deshaciéndose en los grandes escenarios continentales o va aprendiendo las lecciones.
Todo con el anhelo de llegar a Madrid, terreno de reconquista, una plaza donde el Barcelona ha triunfado hasta la saciedad en los tiempos modernos. A saber. En la capital de España los barcelonistas han levantado tres Copas del Rey consecutivas y allá se han impuesto en las tres últimas visitas ligueras en el Bernabeu. Claro que por mucho que guste golear en Chamartín y ver como Messi enseña allí su camiseta nada sería comparable a escuchar el himno del Barça en el Metropolitano el 1 de junio del 2019.
Para aspirar a ello el Barcelona ha de demostrar ser más equipo en el torneo que en pasadas ediciones. No puede desaparecer del mapa.