“Hemos metido el fútbol femenino en las casas”
Aitana Bonmatí, centrocampista del FC Barcelona y la selección española
El fútbol le debe algo a Aitana Bonmatí (Sant Pere de Ribes 18/I/1998). Sus lágrimas por perderse la final del Mundial sub-20 fueron contagiosas. Después de un verano histórico, la centrocampista, que se fija en Iniesta y Xavi, quiere confirmarse en una Liga Ibredrola que empieza el sábado 9 de septiembre, un título que se le resiste al Barça.
Al llegar de Francia del Mundial sub-20 las recibieron como ganadoras. ¿Se siente campeona?
Si lo piensas, no hemos ganado el Mundial. Nuestra medalla fue la de plata porque perdimos la final. Pero quizás lo que hemos ganado es más importante a largo plazo para el fútbol femenino. Espero que este verano tan bueno para las categorías inferiores de la selección nos ayude mucho a hacer crecer el deporte. Hemos metido al fútbol femenino en las casas. Ya tenemos el pie dentro. Hay que aprovechar este boom.
¿Qué hubiera pasado con usted en la final?
En una final los detalles son importantísimos. Nosotras cometimos algunos errores que nos perjudicaron en el resultado. Imagino que conmigo esos errores también hubieran sucedido. Nunca se sabe.
¿Lo pasó mal en la grada?
La verdad es que sufrí muchísimo. Estás ahí cerca de tus compañeras y ves que no puedes ayudar. Sentí impotencia, sobre todo en la primera parte cuando tuvimos muchas ocasiones que no entraron.
“La árbitra se estaba pasando con nosotras”, dijo para justificar la amarilla que le impidió jugar la final. ¿Así de rebelde es?
No es típico de mí. No lo suelo hacer. Pero en el Mundial no tuvimos suerte con los arbitrajes. En la semifinal contra las anfitrionas me pareció que barría para casa. A nosotras nos entraban muy duro y nunca había tarjeta. Yo lo hice y me la sacó.
¿Cree que habrá un antes y un después del Mundial sub-20?
Se recordará que llegamos muy lejos siendo un equipo muy joven. Pero es que esta generación de 1998, 1999 y 2000 es muy buena.
¿Se notará en los campos?
Espero que haya repercusión y vengan más aficionados a ver los partidos de la Liga. Ahora se le da más bola e importancia al fútbol femenino. Cada año avanzamos y estoy segura de que esto irá a más. Nos lo ganaremos con nuestro trabajo.
¿Ya la reconocen por la calle?
Por la calle no me paran. No somos famosas como los jugadores del Barcelona. Eso sí, puedo asegurar que las personas que vienen a vernos a los entrenamientos y a los partidos saben perfectamente quienes somos cada una de nosotras.
Vio la final de la Copa Catalunya. ¿Tiene buena pinta el Barça?
Me gustó mucho. Es verdad que estamos en pretemporada y que es época de pruebas. Pero no es fácil ganar una final por 7-0 y menos siendo un derbi contra el Espanyol.
No vivió en primera persona la polémica de viajar en turista a la gira de EE.UU. ¿Qué le pareció?
Pero es que no se puede tener y pedir todo a la vez. Era la primera vez que viajábamos junto al equipo masculino. Estar en la gira ya era un paso importante. Todo acabará llegando. Porque nos lo ganaremos y nos lo mereceremos. Yo estaba con la selección pero creo que se quiso hacer una polémica donde no había un problema.
¿Qué aportan los fichajes de Hamraoui y Van der Gragt sumados a los de Mertens, Duggan o Andonova del año pasado?
Ellas llegan y tienen más experiencia en jugar en equipos profesionales por Europa. Eso y sobre todo su físico. Son fuertes. A las jugadores de aquí nos sobra calidad. Somos técnicas. Ellas son superiores en físico y en potencia. Pero al mezclarnos, entrenar y competir con ellas, estamos subiendo. Dentro de poco no habrá que ir a buscar ese perfil fuera porque ya lo tendremos.
Con esa personalidad, parece una veterana de 20 años. Lo que se decía de Busquets...
Todo tiene su momento. Quizás en la selección sub-20, al ser de las mayores, estaba más cómoda. Sentía confianza y creía que podía aportar muchas cosas. En el Barça es diferente. No tengo tanto protagonismo y cuando sales quieres demostrar y hacer más cosas de las que te piden. Pero sí, ese atrevimiento, la garra y la intensidad son mis cualidades.
En 2014 fue subcampeona del mundo sub-17, en 2015 campeona de Europa sub-17, en 2016, fue plata en el Europeo sub-19, que ganó en 2017, y en 2018 el Mundial sub20. ¿No para ni en verano?
Pues es verdad, ya no recuerdo un verano tranquilo. Siempre estoy por ahí jugando. Pero prefiero estar en un Europeo o en un Mundial que de vacaciones. Pienso que esto no lo volveré a vivir.
¿Cómo empezó a jugar?
En el patio del colegio. A los siete años me apunté al equipo de mi pueblo, el CD Ribes, y después al CF Cubelles. Los dos eran mixtos. Pero en cadete ya no nos dejan jugar. Entonces me fichó el Barça.
EN EL BARCELONA “Quiero dar un paso adelante y ser importante. No me conformaría con jugar como el año anterior”
Y ya está en el primer equipo. ¿Qué le pide a la temporada?
Títulos. Ya toca que ganemos la Liga, después de tres años. Ese debe ser nuestro principal objetivo, junto a la Copa de la Reina. En la Champions, hay que seguir progresando.
¿Y a nivel personal?
Me gustaría dar un paso adelante. No quiero ser la jugadora del filial que sube al primer equipo. Ya no lo soy. Ahora quiero jugar más y ser importante. No me conformaría con un año como el anterior.
Pues el verano que viene hay Mundial absoluto en Francia de nuevo y España ya está clasificada. ¿Se ve jugándolo?
Yo acabo de llegar a la absoluta. Pero Jorge Vilda nos ha dicho que todas las que venimos a los entrenamientos tenemos opciones de estar en la lista. Me haría mucha ilusión estar en el Mundial. Es mi reto.
¿Pero España puede ganar?
España ha hecho cosas muy buenas en las inferiores. Pero eso no puede hacer que nos equivoquemos. A nivel absoluto estamos un paso por detrás. Por eso el Mundial va a ser un desafío. No tenemos que ponernos límites. Pero no podemos decir que España es favorita. Eso sí, aquí hay mucho equipo.