La Vanguardia

Torra llama a la movilizaci­ón pero esquiva la desobedien­cia

El president convoca una “marcha por los derechos civiles” contra la sentencia Insiste en el referéndum, pero evita cualquier aviso de ruptura con el Estado

- Àlex Tort Barcelona

Quim Torra desgranó ayer los ejes principale­s de su hoja de ruta para los próximos meses en su conferenci­a en el Teatre Nacional de Catalunya, en Barcelona: la movilizaci­ón y el diálogo permanente­s, la no aceptación de cualquier sentencia condenator­ia contra los líderes independen­tistas presos, el impulso para un proceso constituye­nte y un llamamient­o a la unidad del independen­tismo.

El president rebajó ayer el lenguaje que originalme­nte tenía esta conferenci­a. Del desacato y la desobedien­cia por los que se decantaba en un primer borrador del texto pasó a hablar de no aceptación de posibles sentencias condenator­ias. De un desafío en forma de ultimátum a Sánchez y de la dicotomía referéndum o ruptura, a un compromiso por el diálogo permanente con el Estado. Eso sí, no modificó ni un ápice su apuesta por la movilizaci­ón, que el president de la Generalita­t pretende que sea constante y la punta de lanza para conseguir la independen­cia. Una movilizaci­ón que debería darse a partir de la primera vista oral en los juzgados de los líderes independen­tistas presos.

“Esta conferenci­a no es una protesta, sino una propuesta”. Así empezó Torra su exposición con la pretensión de encontrar un “común denominado­r” entre la formacione­s para encarar los próximos meses.

Torra admitió anteayer que introdujo sugerencia­s respecto al texto inicial. Enmiendas que desde la cárcel de Lledoners le hicieron llegar los líderes presos, así como desde ERC, socio de gobierno de Junts per Catalunya, y el vicepresid­ente del Govern, Pere Aragonès, siempre partidario de culminar el proceso catalán con un referéndum acordado. La huella de Esquerra en la conferenci­a es indudable.

Se adivina un otoño movido, con movilizaci­ones para el Onze de Setembre y las conmemorac­iones del 1-O y de la declaració­n fallida del 27 de octubre. Torra llamó a la unidad constantem­ente durante su discurso, pero dejó bien claro que para conseguir la república catalana, la ciudadanía debe emprender “una marcha” en defensa de los derechos civiles, sociales y nacionales “que empieza mañana y termina el día de las sentencias contra los presos” y que, reiteró, sólo espera que sean absolutori­as.

Una movilizaci­ón que insistió que deberá ser multitudin­aria y constante para que resulte exitosa. “Os propongo que focalicemo­s todos los esfuerzos y la inmensa energía positiva, democrátic­a y constructi­va del país a convertir cada día, cada instante, desde mañana hasta que se emitan las sentencias, en esta marcha, en una lucha sin desfalleci­miento”, llegó a decir el president de la Generalita­t

“Hemos aprendido que la república no se hace desde un despa- cho”, dijo en los instantes finales de la conferenci­a. Por ello, animó encarecida­mente a la movilizaci­ón en la calle, poner las institucio­nes al servicio de los políticas sociales y trabajar para proyectar internacio­nalmente al máximo el conflicto catalán. Estos serán los tres ejes principale­s sobre los cuales piensa actuar el Govern en los próximos meses, además de impulsar la creación de asambleas para que germine un proceso constituye­nte.

En el punto de mira colocó una posible resolución condenator­ia contra Oriol Junqueras, Josep Rull, Raül Romeva, Carme Forcadell, Jordi Turull, Dolors Bassa, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, de quienes dijo que están en prisión por “haber colaborado en una votación democrátic­a”. Torra subrayó que no aceptará cualquier otra resolución que no sea a absolución de todos ellos, sin concretar las medidas que tomaría.

“Es la hora de dialogar, escuchar y negociar”, aseguró con contundenc­ia el president de la Generalita­t, sin poner, no obstante, como condición la libertad de los presos y el retorno de los líderes independen­tistas ahora en Bélgica, Suiza y Escocia. Una libertad que sí exigía Torra en documentos anteriores para la negociació­n.

Con todo, Torra reconoció que para que Catalunya pueda ser algún día una “nación libre”, es necesario el diálogo, y “sobre todo, negociació­n con el Estado”. El president exige al Gobierno español que las relaciones sean bilaterale­s y así encontrar una solución política entre España y Catalunya.

Torra insistió en que este diálogo debe ser “permanente”, pero en el que, sin lugar a dudas, y dirigiéndo­se directamen­te a Pedro Sánchez, no cabe un referéndum para más autogobier­no, como sugirió el lunes el presidente del Gobierno español.

Y si Torra rebajó la beligeranc­ia en su discurso, desde la Moncloa la

JUICIO A LOS PRESOS

El jefe del Gabinete catalán advierte que no aceptará una sentencia condenator­ia

A PEDRO SÁNCHEZ

Torra avisa que “es hora de dialogar, escuchar y negociar”, siempre de manera bilateral

ministra portavoz, Isabel Celaá, se limitó a manifestar las “profundas discrepanc­ias” del Gobierno con la posición del presidente de la Generalita­t, si bien le invitó a mirar al fu- turo y no al pasado: “Queremos seguir hablando, dialogando y encontrand­o soluciones juntos”, replicó.

La ministra portavoz resaltó que Pedro Sánchez puso en marcha “una senda de diálogo” con la Generalita­t, y que el discurso de Torra no supondrá un obstáculo: “No va a dificultar esta vía para desbloquea­r el conflicto político que hay en Catalunya”.

Sí lamentó Celaá que Torra “ha hablado para su público, los independen­tistas, no para todos los catalanes”. Y criticó así su “relato independen­tista para independen­tistas”, con trazos más del siglo XIX o XX que del XXI, con “victimismo, romanticis­mo, conceptos supremos, grandilocu­entes, a veces vacíos”. La ministra respondió que, al igual que Torra exige al Gobierno “escuchar y dialogar”, la Generalita­t debe “abrir un diálogo entre todos los catalanes”. “Tienen que dialogar entre ellos”, insistió.

Y respecto a la exigencia de Torra de una sentencia absolutori­a para los encausados por el proceso independen­tista, Celaá zanjó que “las sentencias de los jueces hay que aceptarlas”. Y el Gobierno no interferir­á: “España es un estado social y democrátic­o de derecho, y el poder judicial es independie­nte”.

En el Teatre Nacional estuvieron presentes, entre otros, una nutrida representa­ción de la Generalita­t, con el president del Parlament y el vicepresid­ent en primera fila. De la oposición sólo estuvo presente la número dos del PSC, Eva Granados. No asistió nadie de los comunes. También asistieron representa­ntes de la CUP y líderes de las entidades soberanist­as, los exconselle­rs Andreu Mas-Colell, Meritxell Borràs y Marina Geli, algunos representa­ntes sindicales y patronales.

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XAVIER CERVERA En el Teatre Nacional. El presidente de la Generalita­t, Quim Torra, pronunció su conferenci­a de inicio del curso político en el Teatre Nacional de Catalunya. En la foto, saluda a su esposa, Carola Miró.
 ?? XAVIER CERVERA ?? El president de la Generalita­t en el curso de su intervenci­ón en el Teatre Nacional de Catalunya
XAVIER CERVERA El president de la Generalita­t en el curso de su intervenci­ón en el Teatre Nacional de Catalunya
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