EE.UU. pide a Rusia, Irán y Siria que no ataquen al último foco rebelde sirio
A golpe de tuit. Como le gusta al presidente de Estados Unidos Donald Trump. A través de esa red social, el empresario neoyorquino que ocupa la Casa Blanca pidió ayer a los gobiernos de Rusia, Irán y Siria que no lancen una ofensiva contra el último bastión rebelde sirio, situado en la ciudad de Idlib, a menos de 30 kilómetros de la frontera turca. Para Trump, si se lleva a cabo esa ofensiva ello supondrá un “grave error humanitario”.
Todo indica que dicha ofensiva está preparada. Rusia ha acumulado una enorme concentración de fuerza naval en el Mediterráneo oriental, la mayor desde su implicación en el conflicto sirio en el 2015. Trump querría evitarlo y ha revelado sus intenciones a través de este mensaje en Twitter: “Los rusos y los iraníes estarían cometiendo un grave error humanitario participando en esta potencial tragedia humanitaria. Cientos de miles de persones podrían ser asesinadas. ¡No dejen que pase!”.
El presidente norteamericano aludía al riesgo de que dicha ofensiva en Idlib deje atrapada a un gran número de población civil que sucumba ante los bombardeos que con intensidad creciente, según fuentes rebeldes que cita la agencia Reuters, ya han empezado a castigar al último bastión rebelde al que el Kremlin ha calificado en alguna ocasión como un “forúnculo” yihadista radicado en pleno suelo de Siria.
Trump, que en dos ocasiones desde su llegada a la Casa Blanca ha atacado a las fuerzas del presidente Bashar el Asad en represalia por el supuesto uso de armas químicas, no parece que vaya a tener éxito si la presión que ejerce sobre Rusia, Irán y Siria se ciñe a mensajes y proclamas.
Moscú reaccionó a las pocas horas del tuit del presidente norteamericano de un modo bastante inequívoco. “Hablar simplemente con advertencias, sin tener en cuenta el potencial peligroso y negativo de la situación en Siria, probablemente no constituya un enfoque amplio ni extendido”, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Moscú entiende que la presencia de milicias rebeldes en la ciudad de Idlib obstaculiza el proceso de paz sirio, además de haberse convertido, según el Ministerio de Defensa ruso, en una plataforma desde la que se ataca las fuerzas destinadas allí por Moscú. “Un enorme grupo de terroristas se ha establecido ahí y, por supuesto, esto genera una desestabilización generalizada de la situación. Socava los intentos de poner el conflicto camino a una resolución diplomática y política”, señaló el portavoz del Gobierno ruso en respuesta Trump.
Esta nueva tensión diplomática entre Washington y Moscú a propósito de la guerra siria, se produce a cuatro días de la cumbre que celebrarán en Teherán los líderes de Rusia, Irán y Turquía en la que sin duda la situación de Siria será el principal tema a abordar.
El Kremlin desoye la solicitud y alega que las milicias de Idlib suponen un obstáculo para una paz definitiva