El mosso que disparó la Taser borró las imágenes de la actuación por error
Los Mossos d’Esquadra concluyen que la actuación en la que efectuaron el primer disparo con la pistola eléctrica Taser el sábado pasado en Salt fue “correcta y absolutamente proporcionada”. Así lo dictaminan después de haber revisado las imágenes de la operación. Sin embargo, la policía catalana ha llegado a esa conclusión sin contar con imágenes propias que debía haber grabado la cámara que el agente lleva adosada en la solapa. Por culpa de “un error involuntario en la activación del sistema de grabación las imágenes no recogen el momento en el que se hace la descarga eléctrica”, señalaron ayer los Mossos en un comunicado. La policía dictamina que su manera de proceder fue correcta a partir de las imágenes que grabó un vecino con su teléfono móvil pero que justamente se corta en el momento en el que agente procede a realizar la descarga eléctrica.
La grabación de la actuación era una de las condiciones que estableció el Parlament para dar luz verde a la incorporación de este armamento al equipamiento de los Mossos. Ese requisito también quedó plasmado en el protocolo de actuación que establece que “siempre que sea posible, se debe grabar el desarrollo de la actuación y también se deben grabar imágenes de la parte del cuerpo donde se ha aplicado la descarga. No se debe interrumpir la grabación hasta que se dé por finalizada la actuación”.
El error involuntario que impidió captar imágenes en la operación del sábado en Salt se debe a un fallo a la hora de activar el sistema. El agente puso la cámara en un modo que regrababa las imágenes cada dos minutos. Así, el momento del disparo se grabó pero quedó solapado por otras imágenes posteriores.
El agente que efectuó la descarga con la pistola Taser se topó con un obstáculo: el sistema de grabación se acciona de manera manual. Algunas fuentes señalan que este error podría volver a producirse puesto que en situaciones de estrés el agente puede olvidarse o equivocarse a la hora de activar el sistema de grabación, como sucedió el sábado. En un principio, cuando los Mossos presentaron el proyecto para la implantación de las pistolas eléctricas preveían que el sistema de grabación se activase de forma automática en el momento en que el agente desenfunda el arma. Sin embargo, varios errores a la hora de fijar las condiciones de compra provocó que finalmente adquiriesen un material que no cuenta con esa tecnología y obliga al agente a accionar la cámara de forma manual.
Aun así, la actuación que propició el uso de la pistola eléctrica por primera vez –después de su implantación el mes de junio– sirvió, según los mossos, para dar una “rápida respuesta policial y resolver sin complicaciones una situación tensa con un detenido exaltado que no atendía a ninguna razón y ponía en riesgo su integridad física y la de terceras personas”.
Los Mossos recibieron el aviso de un bar de Salt porque un individuo amenazaba con agredir a su mujer y a su hija de tres años.
En las imágenes que sí grabó un vecino se ve como los Mossos tratan de reducir a un hombre con mucha dificultad hasta que cuando logran placarlo aparece otro agente y procede
El sistema de grabación es manual y obliga al agente a accionarlo antes de usar el arma
a disparar con la pistola Taser. Antes de que accione el arma, se corta la grabación.
El colectivo pro Derechos Humanos Irídia denuncia que la actuación fue irregular puesto que el hombre ya estaba reducido cuando se efectuó la descarga eléctrica.