123 peldaños
Subir en moto 123 peldaños metálicos, 6 pisos, sin poner el pie en el suelo, por la escalera de emergencia de la Torre Barcelona, sede del Grupo Godó, está chupado para Toni Bou (Piera, 1986), nacido –como recordaba al Defensor del Lector de este diario– el mismo día que Barcelona era escogida sede olímpica de 1992. En sus 31 años, o mejor dicho, en los últimos 12, Bou ha ganado 24 títulos mundiales de trial consecutivos, 12 al aire libre (el último, el domingo, en Gran Bretaña) y 12 indoor. Un hito que sitúa al piloto de Piera al frente de las estrellas del motor, superando mitos como Agostini, Nieto, Rossi, Loeb o Schumacher...
Pero Toni Bou, desde la modestia y la discreción, ni se inmuta por ser una leyenda del mundo de la gasolina. “Se hace muy difícil comparar. Yo me fijo en mi deporte. Por ejemplo, Tarrés y Lampkin (7 títulos) no tienen mundiales indoor porque no se hacían. Y compararlo con otras disciplinas es muy diferente”, se quitaba trascendencia el piloto en la visita que hacía ayer a La Vanguardia con su 12.ª corona bajo el brazo, como quien lleva la barra de pan, pero consciente de la proeza deportiva que está protagonizando. “Lo que estoy viviendo es un poco irreal: 12 años seguidos ganando, dos títulos por año, me he roto el tendón del hombro (2016) y lo he salvado, me he roto tres vértebras y lo he salvado... Se ha hecho muy buen trabajo, pero llegará un año que perderé el título”, admite con naturalidad.
Será cuando Bou, cerca de los 32, encontrará un buen motivo para continuar con más fuerza. Más que cifras, le motivan los retos. “La pregunta que me hago es: ¿el año que pierda, qué haré? Querré ganar más todavía. El año que me gane, por ejemplo, Jaime Busto (el piloto de Gas Gas, a quien ve como el gran rival de futuro), será una mega extramotivación recuperar el título”.
Mientras ese día no llega, Bou sigue haciendo historia, ganando título tras título, y superando mitos. De todo, ¿qué le complace más?
–Verdaderamente, me hacía mucha ilusión llegar a las 100 victorias, que he alcanzado este año (lleva 103 en 203 GP). Lo veía muy lejos cuando gané el 7.º título, estaba en la mitad. Llegar a 100 victorias, fue una inyección de moral que me quitó dudas de la cabeza... –confiesa, en referencia a la lesión que arrastraba.
Y es que detrás de una gran victoria hay una gran gesta. En el caso de Bou, una lesión que habría tenido de baja medio año a cualquier mortal: se rompió tres vértebras lumbares al caer sobre una pieza de hormigón en un trial de exhibición en Le Mans, en febrero. “Cuando tienes una lesión de este tipo tienes dudas, es difícil recuperarte, no acabas de estar bien. Estuve un mes parado, fui poco a poco, y el ritmo no ha sido bueno hasta la cuarta carrera del Mundial, cuando pude ser agresivo sobre la moto, como me gusta”. Por eso, este 12.º título le ha hecho “una especial ilusión por cómo ha ido todo el año, que ha sido muy complicado”. ¿Y ahora qué? ¿Qué retos le quedan? Bou no se cansa de ganar. Tiene tres años más de contrato pilotando la Montesa del equipo Repsol Honda, y el 15 es un número que le empieza a atraer, para alcanzar los 15 títulos del mítico Agostini. “No es un objetivo, pero cuando te vas acercando quieres lograrlo. Donde compito quiero ganar”, dice Toni, que no es muy amigo de récords. “Lo dejé atrás hace días. Quería superar el 7, para ser mejor que Jordi Tarrés y Dougie Lampkin, mis ídolos. Después del 8 vi el 10, y lo conseguí. Siempre objetivos factibles. Soy muy autoexigente y si no lo logro sufriría mucho. No tengo ganas de pasarlo mal, cuando nunca había soñado ganar más de 20 títulos... ¡ni de 10! Sólo quería ser campeón. Era mi sueño y lo conseguí”.
Y probar suerte en otras disciplinas tampoco se le pasa por la cabeza. Le había tentado el Dakar, pero no lo ve claro. “Prefiero que el Barça gane la Champions de una vez que ir al Dakar. Si lo corriera, tendría que ir a fondo y me haría daño. ¡No me sé controlar, con 31 años que tengo! No me llama”, dice Toni, a quien sí le cautiva la velocidad del superenduro.
Toni Bou no se cansa de ganar; 12 títulos de trial seguidos lo sitúan entre las leyendas del motor. “Pero lo que estoy viviendo es irreal”, dice
MÁS CULÉ QUE DAKARIANO
“Prefiero que el Barça gane la Champions a ir al Dakar. Si lo hiciera, debería ir a fondo y me haría daño”