La ONU insta a los países vecinos a acoger el éxodo venezolano
Maduro niega el problema y dice que es un invento para justificar la intervención
La ONU pidió ayer a los países vecinos de Venezuela que respeten los derechos de los emigrantes venezolanos que huyen de la grave crisis económica, un día después de que once países del continente se comprometieran a cooperar para “acoger adecuadamente” a los migrantes pero exhortaran al Gobierno de Nicolás Maduro a permitir la ayuda humanitaria “en origen”. La OEA también debatió ayer la apertura de un “canal humanitario”, mientras Maduro niega el evidente éxodo, considera que esa propuesta busca allanar una intervención armada y propone un puente aéreo para repatriar a sus ciudadanos.
Los comités de la ONU de Protección de Trabajadores Migrantes y sus Familias, y de Derechos del Niño emitieron ayer en Ginebra un comunicado conjunto instando a los países sudamericanos a “respetar las obligaciones de derechos humanos en las fronteras”, defender “el principio de no devolución y la prohibición de expulsiones masivas” y no detener “a los inmigrantes por el simple hecho de serlo”.
El toque de atención de la ONU responde a las trabas que empezaron a poner algunos países para limitar el número de emigrantes, como Perú, que exige el pasaporte a los venezolanos en lugar del DNI. Ecuador también les impuso el pasaporte pero la medida fue anulada por un juez. Naciones Unidas estima que 2,3 millones de personas han abandonado Venezuela en los últimos años para instalarse sobre todo en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y Argentina.
Esos seis países, más México, Paraguay, Uruguay, Costa Rica y Panamá suscribieron el martes en Quito una declaración donde exhortan “de manera urgente y prioritaria” al Gobierno chavista a “la provisión oportuna de documentos de identidad y de viaje de sus nacionales, como cédulas de identidad, pasaportes, partidas de nacimiento, partidas de matrimonio y certificados de antecedentes penales” a fin de evitar la “migración irregular”. No obstante, las once naciones se comprometen a “acoger los documentos de viaje vencidos como documentos de identidad de los ciudadanos venezolanos”.
La declaración regional también expresa la preocupación “por el grave deterioro de la situación interna que provoca la migración masiva de venezolanos” y llaman “a la apertura de un mecanismo de asistencia humanitaria que permita descomprimir la crítica situación.
Mientras tanto, el Gobierno venezolano sigue negando el éxodo, pese a que Maduro activó el lunes el plan Vuelta a la Patria, creando “un puente aéreo para traer a todos estos venezolanos que se han censado y quieran regresar a su terruño amado”. El presidente, que en las últimas semanas ha denostado a los emigrantes, aseguró que, tanto la petición para crear un canal de ayuda humanitaria como la imagen del éxodo forman parte de una campaña de EE.UU. “para justificar una política de intervención al país”. En la misma línea, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, denunció que pretende “convertirse un flujo migratorio normal en una crisis humanitaria justificadora de la intervención internacional de Venezuela”.
Presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, EE.UU. convocó esta semana una reunión informal del organismo sobre la crisis venezolana el 10 de septiembre.
EE.UU. convoca una reunión informal del Consejo de Seguridad de la ONU para el 10 de septiembre