La Vanguardia

En Miami... y espera

- Joaquín Luna

Por si esta temporada no les queda claro a los últimos irreductib­les, esperen a la siguiente (2019-20) cuando, siguiendo la lógica mercantil, haya un Real Madrid-RCD Espanyol en Shanghai o un Betis-Zaragoza en el estadio Zamalek de El Cairo.

Aficionado­s al fútbol: nosotros los de entonces no pintamos nada.

Y al que le guste oír el golpeo de un balón, “dialogar” con el juez de banda, fumarse un habano, tomar una cerveza sin agobios, reclamar a dos metros del entrenador que ponga a su reserva preferido... al que le gusten las sensacione­s perdidas, haga lo que hacemos muchos: pisar los campos despoblado­s de Segunda o Tercera División. El fútbol de barrio, de proximidad.

El probable Girona-FC Barcelona en Miami –¡podía ser peor: Los Ángeles!– es una nimiedad al lado de todo lo que ya han tragado los aficionado­s. Una vez aceptados los horarios “televisivo­s”, la batalla quedó dirimida. Después se perdió la guerra: ¿no querrán ver a Lionel Messi cada quince días con unos abonos que ninguna junta directiva se atreve a subir, como si fuese el precio del pan en tiempos de posguerra? ¿Han pensado muchos socios del Barça el pastón que recaudaría el club si decidiese –como ha sucedido con el alquiler de pisos– fijar unos precios liberaliza­dos conforme al mercado?

Todo ha cambiado. Los diarios, los cines, la alimentaci­ón, las líneas aéreas –hubo un tiempo en el que los pasajeros ¡se arreglaban para volar!– y los bancos, donde los empleados saludaban por el nombre. ¿Cómo iba la globalizac­ión a respetar el fútbol?

Salvo la Premier, todas las ligas terminarán aceptando esta suerte de chantaje. El fútbol es un espectácul­o

Aficionado­s al fútbol: nosotros los de entonces no pintamos ya nada (salvo el papel de figurantes)

televisivo y hay que recordar aunque sea vintage que el derecho de retención –que fidelizaba y de que manera a los futbolista­s a un club, una afición o una ciudad– ya fue abolido hace siglos. Si La Liga quiere retener a todas las estrellas, no hay otra que seguir tragando (y haciendo la vista gorda a los negocios de muchos chupóptero­s –un saludo, José María García–) y olvidar el pasado. Este fútbol ya no es nuestro, es global.

Hace ahora diez años de la quiebra de Lehman Brothers y una crisis sencilla de resumir: beneficios privados, pérdidas colectivas. Hemos salido malparados y tocados y por eso la gente –de aquí y de allá– vota lo que vota. Pero seamos altruistas, nuestro fútbol también es de chinos, australian­os, california­nos, indios...

Hay, insisto, espacio para el fútbol de antes y es en categorías menos millonaria­s. Vayan al CE Europa como yo: todos los partidos a las 12 del mediodía (salvo septiembre). Y además harán amigos. Cinco gatos y sin riesgo de terminar en Miami.

 ??  ?? POR LA ESCUADRA
POR LA ESCUADRA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain