Elena Trapé
Llega a las salas ‘Les distàncies’, con la que la directora ganó los premios a mejor película y dirección en Málaga
DIRECTORA DE CINE
La cineasta barcelonesa estrena Les distàncies, con la que ganó los premios a la mejor película y mejor dirección en Málaga. La cinta ilustra el desengaño de los treintañeros de hoy, por lo demás mal preparados para la frustración.
La visita sorpresa que cuatro amigos hacen a un quinto miembro de la panda en su casa de Berlín con motivo de su 35.º cumpleaños es el optimista punto de partida hacia una dramática espiral de desengaños con imprevistas y dolorosas consecuencias para todo el grupo. Ésta podría ser la sinopsis de Les distàncies, la cinta con que Elena Trapé arrasó en el último Festival de Málaga al conquistar tanto la Biznaga de Oro a la mejor película española como la Biznaga de Plata a la mejor dirección. Pero el largometraje que la cineasta barcelonesa estrena hoy en los cines constituye además, aunque ello exceda sus pretensiones y logros artísticos, una crónica dramatizada del viaje a la frustración en que la crisis económica desatada hace diez años convirtió la salida al mundo laboral de decenas de miles de jóvenes: los que pasaron de integrar la alegre generación de becas Erasmus y vuelos low cost a engordar las colas del paro y las filas del precariado laboral.
En la trama que protagonizan los personajes de los actores Alexandra Jiménez (Olivia), ganadora por su parte de la Biznaga de Plata a la mejor actriz, Miki Esparbé (Comas), Isak Férriz (Guille), María Ribera (Anna) y Bruno Sevilla (Eloi), los chascos circulan en múltiples direcciones de manera simultánea. Tal vez con la excepción de Anna, se diría que todos se decepcionan a sí mismos y a los demás. Empezando por el involuntario anfitrión del reencuentro, Comas, que pronto da la espantada en sentido metafórico y literal. Su huida tiene que ver con el limitado cumplimiento de las expectativas que, para sí y para su entorno, tenía cuando se fue a la capital alemana para prosperar como diseñador gráfico en el presunto paraíso de las vanguardias 2.0. Porque, si bien parece perfectamente integrado en Berlín y habla un alemán fluido, resulta que, 17 años después de haber emigrado allí para hacer carrera, Comas se halla varado profesionalmente, sin que las cosas le vayan mejor en lo afectivo.
“La precariedad nos ha golpeado a todos, y éste es sin duda el caso de los personajes. Cuando se suponía que tenían que haber dado el salto profesional y personal que les correspondía a cierta edad, ven que todo es mucho más complicado de lo que se les prometía años atrás”, señala Trapé en su charla con La Vanguardia sobre el filme.
Aunque Comas ocupe el centro del argumento, su fuga lo mantiene ausente la mayor parte del metraje. El personaje más potente es entonces el que de manera magistral enriquece, y en gran medida construye, Alexandra Jiménez. Pues para empezar es Olivia la que, pese a su avanzado embarazo, ha arrastrado al resto de la peña a visitar al común amigo con el pretexto de su cumpleaños. “Olivia planea el viaje, pone en órbita al grupo y es quien controla la situación”, explica la actriz. Pero el inicial entusiasmo de esta líder no tarda en venirse abajo: primero deriva en desconcierto, cuando ve que las cosas no salen como
había previsto, y finalmente en una gran ansiedad cuando, también a causa de las disputas entre Guille, Eloi y Anna, la situación se le va de las manos por completo.
En Les distàncies, los silencios cobran tanta o más importancia que aquello que los personajes se dicen unos a otros. Y los momentos de soledad o intimidad son los que mejor muestran al espectador las cartas que cada uno de los personajes tiene en realidad, en contraste con las que muestra al resto.
En la vertiente más técnica, el uso de luces tenues en los interiores y el aprovechamiento de la gris atmósfera de Berlín refuerzan la sensación claustrofóbica por el ambiente cada vez más opresivo y tenso que respiran los amigos reunidos.
La obra de Trapé comparte cartelera con otra película española destacada, si bien por motivos muy diferentes. Se trata de Carmen y Lola, romance entre dos adolescentes gitanas que descubren su homosexualidad y terminan por asumirla con todas las consecuencias pese a la fuerte oposición, por decir poco, que encuentran en la comunidad a la que pertenecen. La directora del largometraje, Arantxa Echevarría, aclara que su propósito inicial era “hablar del primer amor; ese que creemos que será el último y nos hará morir si se termina”. Entonces vio una noticia en prensa sobre el primer matrimonio entre gitanas, en 2009, y quiso traerlo a la actualidad. El resultado, después de un trabajo lleno de problemas relacionados con los prejuicios, es una sensible y atractiva narración que, dada la novedad del tema en tanto que argumento cinematográfico, ya antes del estreno está dando mucho que hablar.
En ‘Carmen y Lola’, otro estreno destacado, Echevarría narra la difícil historia de amor de dos jóvenes gitanas