Los líderes de Occidente apoyan a Londres en el caso Skripal
EE.UU., Canadá, Francia y Alemania culpan a Moscú del uso del Novichok
Mientras el caso de los Skripal y del veneno Novichok que casi los mata fortalece alianzas, otro caso de espionaje ha vuelto a salpicar a Rusia. La Fiscalía de la república báltica de Estonia anunció ayer la detención de un oficial de su ejército y de su padre, a los que acusa de traición por pasar secretos militares a Rusia. El incidente, aunque vuelve a tensar las relaciones del gigante ruso con su pequeño vecino, quedó ayer en segundo plano al conocerse las nuevas implicaciones del primero. En un comunicado conjunto, Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania se alinearon con el Reino Unido y afirmaron que fue el Gobierno ruso quien “casi con toda certeza” aprobó el uso del Novichok en territorio británico.
Este posicionamiento se produjo un día después de que Londres divulgase los nombres y las imágenes de los supuestos autores del ataque, dos hombres que asegura pertenecen a la inteligencia (espionaje) militar rusa (el GRU) y que intentaron envenenar al exagente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad de Salisbury.
En el comunicado, EE.UU., Canadá, Francia, Alemania y Reino Unido piden a Rusia que aporte toda la información de sus programas para fabricar el Novichok, un agente nervioso químico que empezó a fabricarse en tiempos de la URSS. Moscú no sólo ha repetido insistentemente que no tiene nada que ver con lo que les sucedió a los Skripal, sino que también ha dicho que nunca existió tal programa, ni en tiempos de la Unión Soviética ni después en Rusia. También ha recordado que no es el único país que tiene las “capacidades técnicas”, “la experiencia” y “los motivos” para el uso del Novichok en Salisbury. La primera ministra británica, Theresa May, dijo el miércoles en la Cámara de los Comunes que los sospechosos entraron en el Reino Unido con pasaportes rusos y que usaron los nombres de Alexánder Petrov y Ruslán Boshírov.
El comunicado, que firman Emmanuel Macron, Angela Merkel, Justin Trudeau, Donald Trump y May, dice: “Nosotros, los líderes de Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, reiteramos nuestra indignación por el uso de un agente nervioso químico, conocido como Novichok, en Salisbury el 4 de marzo”.
No es menor la indignación que ha mostrado el Gobierno de Estonia al anunciar la detención del comandante Deniss Metsavas, de 38 años, y su padre Pjotr Volin, de 65, a los que la Fiscalía acusó el miércoles de robar información para el GRU ruso durante cinco años.
Los dos detenidos habrían aprovechado la posición del primero en el ejército estonio para robar documentos oficiales. Metsavas era oficial de planificación en el Estado Mayor del ejército estonio. Los medios locales suponen que puede llevar meses rediseñar las estructuras militares tras este caso. El comandante en jefe del ejército, Riho Terras, dijo que ya se están evaluando los daños. “Se ha infligido una herida a la capacidad de defensa”, subrayó, indicando además que también podría afectar a sus aliados de la OTAN.
El primer ministro, Juri Ratas, calificó de “muy preocupante” la detención, si bien indicó que el Gobierno no tiene claro el alcance de los daños. La Fiscalía explicó que la detención se produjo el lunes pasado. “Hablamos de traición. Tenemos motivos para sospechar que pasaron deliberadamente secretos de Estado al GRU”, aseguró la fiscal Inna Ombler. “Está claro que fue Metsavas el que tuvo acceso a información clasificada, pero los envíos de esa información al GRU los cometieron ambos individuos”.
Metsavas es militar desde el año 1998 y ha ocupado distintos destinos, incluida una misión de la OTAN en Afganistán. Ascendió a comandante en el 2015. Pjotr Volin, aunque ya jubilado, también tiene una formación militar. Durante la época soviética sirvió en las Tropas de Frontera del KGB.
Junto a las otras dos repúblicas bálticas de Letonia y Lituania, Estonia fue invadida en 1940 por la URSS, de la que se independizó en 1991. Desde el 2004 forma parte de la OTAN y de la Unión Europea.
Este no es el primer caso de espionaje entre Estonia y Rusia. El pasado febrero, los dos países vecinos intercambiaron a dos espías condenados tras recibir el correspondiente indulto presidencial.
Estonia detiene a un militar y su padre como sospechosos de espiar y robar secretos para el GRU ruso