Freno al millonario almacén nuclear, pese al inicio de su construcción
Teresa Ribera, ministra para Transición Ecológica, expuso ayer en el Congreso las razones de su departamento para paralizar la autorización de la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares que se estaba construyendo en Villar de Cañas (Cuenca). Las obras quedan paralizadas pese a la inversión millonaria ya emprendida por al anterior Gobierno. La ministra esgrimió que la planificación que sirve de base a esta instalación está desfasada y que, antes de todo, es prioritario concretar la nueva planificación energética para el periodo 2021-2030, tarea en la que el Ministerio está ahora “inmerso”. El ATC aún no tenía la declaración de impacto ambiental y ha tropezado con la oposición del PSOE en Castilla-La Mancha, que ha promovido una zona para proteger las aves.
La ministra esgrimió que el Gobierno (antes de decidir sobre el ATC) debe actualizar el plan de residuos radiactivos vigente (que debe estar listo en el 2019) y que el Ejecutivo no quiere actuar sin tener todos los datos. El actual plan de gestión de residuos radiactivos (2006) se redactó con la previsión de dar respuesta a las necesidades derivadas de un cierre de las centrales nucleares en operación hasta un máximo de 40 años. Sin embargo, el gobierno anterior tomó decisiones encaminadas a alargar la vida de las centrales más allá de ese tiempo, sin que se actualizara el plan. “Hace falta conocer primero cuál es el volumen de residuos que van a ser almacenados, y para eso hay que conocer hacia dónde vamos, qué mix energético queremos y cuántos residuos debemos ubicar y dónde”, expuso.
La ministra recordó además que en el plan vigente no se han incorporado los requisitos sobre seguridad establecidos por la directiva Euratom en julio del 2011, que suponen mayores exigencias para el manejo de estos desechos. El resultado es que España se enfrenta a un procedimiento de infracción (en fase muy avanzado) por carecer de un plan de seguridad en el tratamiento de los residuos nucleares. La ministra también se refirió a que la elección del emplazamiento del proyecto ha sido cuestionada técnica y políticamente. Por ello, estudiará las inversiones ya realizadas y los costes del conjunto del proyecto antes de tomar una decisión definitiva. El retraso ya acumulado en el ATC ha obligado a que se hayan construido o estén en fase de construcción seis almacenes temporales individualizados junto a las nucleares, lo que resta urgencia al ATC. Ribera resaltó que la decisión final “requiere la participación y el consenso” de todos los actores y que “escuchará” a todas las partes.