Loca aventura americana
La Liga fija fecha y hora para el Girona-Barça pero la Federación podría vetarlo
El proyecto de conquista de América diseñado por La Liga navega entre escollos cada vez más abundantes y amenazadores, pero el navío capitaneado por Javier Tebas prosigue su singladura con el amparo de los clubs, la oposición de los futbolistas, la sombra de un posible veto por parte de la Federación y, ahora, las suspicacias sobre el contenido de reivindicación política que puede adquirir un Girona-Barça en Miami. El presidente de la patronal tiene el catalejo orientado al Nuevo Continente y las amenazas de naufragio no le apartan ni un milímetro del rumbo fijado de manera unilateral. La Liga remitió ayer a la afición del Girona lo que denomina un Plan de Compensación para los abonados de Montilivi perjudicados por la aventura americana.
El Girona confirmó en un comunicado que ayer recibió la propuesta de La Liga, que ha aceptado “entendiendo que es una gran posibilidad de expansión y de crecimiento no sólo para el Girona sino también para nuestra ciudad y nuestro territorio”. El documento de La Liga prueba que se trata de un proyecto maduro. En este sentido, revela que el partido se disputará el sábado 26 de enero (por error menciona el año 2018) en el Hard Rock Stadium de Miami a las 14.45 hora local (20.45 h en España). “Para La Liga es muy importante tender puentes y crecer transmitiendo los valores del fútbol y de España en todo el mundo –argumenta la patronal en su misiva a los gerundenses–. Fuera de España, EE.UU. es uno de los países con más aficionados de La Liga y sus clubs, donde contamos con millones de aficionados. Buscar acercar el fútbol español y La Liga a estos aficionados representa una oportunidad enorme para conectar con dichos aficionados y continuar trabajando por el seguimiento global de nuestra Liga a nivel internacional. Jugar en Estados Unidos uno de los 380 partidos que tiene La Liga Santander, es una oportunidad perfecta para cumplir este objetivo (...)”. A continuación, la oferta, con cuatro opciones, algunas de las cuales fueron adelantadas por La Vanguardia: 1) Desplazamiento exprés y entrada al partido gratuitos. 2) Opción de dos noches de hotel por 450 euros. (Estas alternativas están limitadas a 1.500 socios). 3) Una entrada para el Barça-Girona del 23 de septiembre (límite 5.000). 4) Reembolso del 40% del precio anual del abono de Montilivi.
Un Girona-Barça no parece el partido idóneo para el objetivo de “crecer transmitiendo los valores del fútbol y de España en todo el mundo” en un momento en que buena parte de sus aficiones los está cuestionando. Pero, según la cadena Cope, Tebas lo tiene todo previsto: se requisará la simbología política en el estadio, se repartirán 40.000 banderas españolas entre los espectadores y antes del partido
sonarán los himnos de EE.UU. y de España. ¿Qué puede salir mal? A juzgar por una información de la cadena Ser, todo, porque la Federación Española de Fútbol se inclina por no autorizar la disputa del partido en Miami. La Liga se embarcó sin comunicar sus planes a las instancias federativas y podría tener que arriar velas después de haber montado una empresa para gestionar durante 15 años las incursiones en territorio americano.
Luis Rubiales tiene la sartén por el mango, no sólo porque los árbitros deben ser designados por la Federación. El artículo 204 del Reglamento General de esta entidad indica: “Los partidos que corresponda celebrar a un club en su propio campo, deberán jugarse en el que tenga inscrito (...) y que hubiese designado como tal a principio de temporada [no es el caso del Girona con el Hard Rock Stadium]; ello sin perjuicio de que por circunstancias especiales fuese autorizado u obligado a jugar en otro distinto [la autorización es potestad de la Federación]”. Tendrán que ser elevados los beneficios y generoso su reparto para que los agentes implicados consientan. Aún así, Giani Infantino, presidente de la FIFA recela del proyecto al considerarlo perjudicial para la liga de EE.UU.