¿Revolución o retroceso?
Los técnicos de élite, contra el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate
En los años prehistóricos de competiciones por eliminatorias ni siquiera el número de goles tenía valor extra. Un equipo podía ganar 1-0 en casa, perder de tres fuera y se jugaba un desempate. Luego se contabilizó la diferencia de goles y finalmente, en la Copa de Europa de 1967-68 (tras ensayos previos en otros torneos), entró en vigor la norma del valor doble de los goles en campo contrario para deshacer empates. Para empezar, sólo en las primeras rondas. Y así fue como, el 1 de octubre de 1967, el Valur islandés superó al Jeunesse d’Esch luxemburgués: 1-1 en Islandia, 3-3 en la devolución de visita. El primer clasificado por la nueva norma.
Cincuenta años más tarde, el sistema podría estar en vías de desaparición o, como mínimo, de sufrir una modificación sensible.
Reunidos el pasado martes en Nyon, una docena de entrenadores de la élite europea plantearon su queja ante la UEFA: no quieren mantener la norma. Si puede ser, piden la desaparición absoluta y en todo caso, como mínimo, la anulación en la situación que consideran más injusta: las prórrogas. En la reunión no estaban ni Ernesto Valverde ni Josep Guardiola, pero sí personajes destacados como Jose Mourinho, Rafa Benítez, Diego Simeone, Julen Lopetegui, Thomas Tuchel, Carlo Ancelotti, Massimiliano Allegri...
La propuesta no es inédita, a título personal ya la había lanzado por ejemplo Simeone, hablando de las prolongaciones: “No entiendo por qué en el segundo partido, cuando uno juega fuera de casa tiene más posibilidades que el que juega en casa. Tiene 30 minutos más para hacer un gol que vale más”.
La norma ahora discutida se introdujo para aligerar el calendario y reducir las prórrogas, los penaltis o los partidos de desempate, cuando existían. Así se ha mantenido, sin críticas relevantes, desde los años sesenta.
En la misma reunión el secretario general adjunto de la UEFA, Giorgio Marchetti, acogió otras propuestas y especialmente la petición de que el mercado de fichajes de verano no tenga una fecha unificada de finalización (ahora el 31 de agosto) sino que en ningún caso se puedan producir traspasos una vez iniciados los campeonatos de liga de cada país.