Pau Gasol más allá de las pistas
Mozart, Bill Gates, los Beatles, Hemingway, Bolaño, Ta-Nehisi Coates, Ken Follett, Ildefonso Falcones, Daniel James Brown, Plácido Domingo, Rosana... sorprendentes referentes para uno de los grandes del baloncesto internacional y para uno de los mejores deportistas catalanes y españoles de la historia, aunque normales para alguien cuyo mensaje más repetido a través de las redes sociales no es otro que “Siempre leyendo, siempre aprendiendo. Leer es poder”. Ese es Pau Gasol, que ayer presentó en Barcelona su primer libro de propio cuño: Bajo el aro (Conecta). Una amplia reflexión sobre toda una vida en las canchas, siempre con la música y la literatura como trasfondo, que va destilando lecciones y experiencias. El formato de autoayuda –probablemente una exigencia del guión– no resta interés a un relato directo y sincero que muestra al Pau más personal.
“El deporte es sólo el vehículo que a mí me ha permitido aprender y crecer de una forma muy peculiar, con la velocidad y con todas las emociones que conlleva. Y simplemente he tratado de convertir en reflexiones todo lo que he vivido –explicaba ayer el propio Gasol la gestación de esta obra–. ¿Por qué? Pues porque los mensajes que más recibo son de padres pidiéndome ayuda: ‘Seguro que a ti te escuchan’, dicen sobre sus hijos. Ya hace años que trato de inspirar a lectores y lectoras a través de artículos en la prensa y de publicaciones en las redes sociales, pero ahora necesitaba algo más amplio”.
En compañía de sus padres y de su hermano Marc, Pau avanzó que ya tiene en mente publicar unas extensas memorias cuando deje las pistas, un extremo que aún no se plantea, aunque ahora ofrece un interesante anticipo. Bajo el aro, de hecho, comienza con el relato, intenso y personal, del partido en el que España y Argentina se jugaban una plaza en la final del Mundial de Japón 2006. Entrando a canasta, Fabricio Oberto, pívot de San Antonio, le hizo falta y Gasol fue inmediatamente consciente de que se acababa de fracturar el pie izquierdo. “En ese mismo instante sé que no jugaré la final. Y sé que llegaremos. Y sé que la ganaremos”, recuerda en el libro. Cojeando ostensiblemente se dirigió a la línea de 4,60 y transformó los dos tiros libres para que España se pusiese a +1 a falta de 1m36s, para vivir en el banquillo los que define como “los 90 segundos más largos de mi carrera” y, sobre todo, para disputar dos días después el partido más importante de su vida también desde el banquillo.
El pívot de Sant Boi se detiene también en
MÁS ALLÁ DEL RELATO “Muchos padres me piden ayuda y he tratado de convertir en reflexiones todo lo que he vivido”
El mayor de los Gasol
publica ‘Bajo el aro’,
donde comparte experiencias
y aprendizajes de su carrera
deportiva
UNA DEUDA PENDIENTE
El de Sant Boi aprovechó la ocasión para pedir al Barça un homenaje a Navarro “a su altura”
su llegada a los Lakers y en el impacto que le produjo ponerse a las órdenes de Phil Jackson y bajo el liderazgo de Kobe Bryant. Explica los sorprendentes entrenamientos en silencio o a oscuras del coach de los 13 anillos y una de sus grandes armas secretas: regalar a cada jugador un libro acorde con sus intereses personales para que lo acompañase durante la gira de los Grammy, en febrero, cuando el equipo encadena ocho o nueve partidos fuera de casa. La lectura era obligada, ya que después siempre había preguntas al respecto.
Gasol revela el sacrificio personal que asumió para encajar en los San Antonio de Ginóbili, Parker, Green y Mills firmando las peores cifras de su carrera para reinventarse y acabar convirtiéndose en una pieza fundamental del equipo. Sin olvidar la humildad de otro coach que también lo ha marcado –asegura– más allá de las pistas: Gregg Popovich, quien no dudó en dar las gracias a Tim Duncan el día de la retirada de su camiseta por haberle dejado entrenarlo “a mi manera”. En este punto, Pau no desaprovechó ayer la oportunidad para pedir al Barça un homenaje a Juan Carlos Navarro “que esté a su altura”. Por más que no quiso polemizar sobre su retirada forzada por el club.
El libro guarda también un lugar especial para personas que han marcado el devenir del mayor de los Gasol en las pistas como Juan Montes, el técnico que lo condujo a la élite y que consiguió que tanto él como Juan Carlos Navarro dejasen de quejarse de que siempre les hacían falta; Aíto García Reneses, el entrenador que apostó por él y lo hizo crecer; Pepiño Casal, el preparador físico que consiguió hacer del espigado Pau un jugador musculado, o Joaquín Juan, el fisioterapeuta que tanto ha tenido que ver en la longevidad de Gasol en una competición tan exigente como la NBA, con veranos de selección incluidos.