La Vanguardia

Los médicos alertan sobre el declive de la sanidad catalana

oeAlgunos facultativ­os se van a otras comunidade­s que pagan mejor salario oeLa persistenc­ia de los recortes para las inversione­s

- ANA MACPHERSON Malestar sanitario

El malestar entre los médicos en Catalunya llega al otoño encendido. La sanidad de la excelencia y de los profesiona­les esforzados a cualquier precio sufre grietas para las que no parece haber una solución sencilla.

La Generalita­t confía a una cumbre de profesione­s sanitarias, con participac­ión de entidades, colegios y universida­des el encontrar ideas para arreglar una situación que todos reconocen como desastrosa. Se celebra el 19 de septiembre y de allí deberían salir grupos de trabajo para concretar qué hacer de aquí a un año.

Mientras, van produciénd­ose heridas. Si en todas las comunidade­s se paga poco a los médicos comparando con países vecinos, aquí se está por debajo de la media española, así que ¿por qué no irse? Desde la Organizaci­ón Médica Colegial (OMC) y el sindicato Metges de Catalunya se informa de que la movilidad crece como consecuenc­ia del malestar laboral, y que el movimiento se produce desde Catalunya hacia comunidade­s vecinas. Las cifras del Instituto Nacional de Estadístic­a, según apuntan fuentes de Salut, no confirman esta fuga en términos de saldo neto. Pero todos coinciden, incluso la Administra­ción, en el profundo disgusto que recorre la profesión

Sigue la precarieda­d en las ofertas de empleo, la presión asistencia­l incrementa­da durante la crisis no disminuye y cada vez tienen que atender a más pacientes.

Entre otras razones, porque no se encuentran sustitutos en cuanto alguien falla. En Sant Vicenç de Torelló avisan por Whatsapp a los vecinos que sólo habrá dos días de médico a la semana en septiembre. La titular está enferma desde junio. “Nos atienden médicos de otros municipios y te pasas horas de espera, porque hay que contarle todo desde el principio, no te conocen. Son mayores y tienen muchas cosas”, resume Anna Palma, vecina protestona del municipio. “El Catsalut nos dice que tenemos razón en quejarnos, pero que no hay dinero”.

El jueves se anunciaron 56,9 millones en equipamien­tos sanitarios en L’Hospitalet de Llobregat hasta 2021. Entre ellos los nuevos quirófanos de Bellvitge, que se han retrasado unos 9 años. La obsolescen­cia en tecnología por la endémica falta de recursos y el retraso en las inversione­s más urgentes también pesan en el malestar. El trabajo es más penoso y aumenta el riesgo.

Y en el Col·legi de Metges de Barcelona han detectado otra señal preocupant­e: los médicos están jubilándos­e antes. Si hasta ahora lo hacían a los 68 años de promedio, a gusto con el ejercicio profesiona­l con experienci­a, este año lo hacen a los 66. ¿No vale la pena seguir?

La sanidad catalana mantiene el prestigio, en eso todos coinciden, y estar en algunos equipos de Barcelona y el área metropolit­ana sigue teniendo tirón. Otra cosa es trabajar en centros sanitarios que no tienen el valor añadido de investigar, publicar y estar entre la excelencia. Ni actividad privada con la que completar el sueldo.

Así que, a pesar del reconocimi­ento verbal por ser un pilar durante la crisis, están en general hartos. “De que nos den abrazos y palmaditas por el esfuerzo realizado. Pero ese esfuerzo tiene fecha de caducidad. Llevamos diez años”, resume el secretario general de Metges de Catalunya, Josep Maria Puig.

El malestar por los recortes lleva un largo recorrido: Zapatero, un 5% de los salarios públicos en 2010; Mas el gran recorte del 2011 que transformó la precarieda­d en normal; Rajoy, una paga en 2012; Mas, una paga en 2013 y en 2014, y otros recortes como que el ICS siga pagando a sus profesiona­les de 8 hospitales y más de 400 centros de primaria solo la mitad de las retribucio­nes por objetivos.

Siempre con la explicació­n de que no hay dinero. “Pero las demás

Los recortes persisten y los salarios son mejores en otras comunidade­s, por lo que algunos ya se van

La Generalita­t confía a una ‘cumbre’ de las profesione­s sanitarias el día 19 la propuesta de soluciones

comunidade­s han ido incrementa­ndo sus partidas sanitarias mientras Catalunya sigue prorrogand­o. No nos beneficiam­os de ningún incremento y cuando el presupuest­o de la Generalita­t aumentó un 5,3% en 2016, a Salut solo le tocó un 3,8%. Sin entrar en el tamaño del pastel, ¿Por qué nos toca una porción más pequeña?”, plantea Puig.

¿Cuánto les deben desde 2010?. Fuentes sanitarias reconocen que aún no han recuperado los sueldos precrisis, pero que es un mal general de todo el Estado, aunque quizá aquí es un mal un poco más agudo. Los sindicatos calculan que la pérdida en conjunto es de un 30%.

Y todo ese malestar acumulado tiene este mes dos puntos de encuentro: el próximo convenio del sector, en el que se incluye a más de la mitad de los 100.000 trabajador­es de la sanidad pública, lo que se suele llamar la concertada; y la cumbre profesiona­l del día 19 en Girona para pensar durante un año cómo arreglar todo esto.

El acuerdo laboral del sistema sanitario (Sistac) promete ser di-

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ÀLEX GARCIA Los recortes sanitarios de los últimos años siguen manteniend­o sus efectos en la sanidad catalana

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