El estreno de Lucho
“A mí me va el Dragon Kahn”, señala el debutante Luis Enrique antes de medirse a Inglaterra en un Wembley repleto
El estadio de Wembley es el lugar elegido para que Luis Enrique comande su primer encuentro –ni más ni menos que ante Inglaterra– como entrenador de la selección española, un conjunto que después del fracaso en el mundial necesita un revulsivo emocional para comenzar con buen pie la nueva etapa.
En la trama de La catedral del mar, el exitoso libro de Ildefonso Falcones que ahora emite en formato serie TV3, los bastaixos trasladan las piedras una a una para construir la iglesia de Santa Maria del Mar. Salvando la distancias, porque el esfuerzo es incomparable, la selección española de Luis Enrique también ha de erigir piedra a piedra su nuevo edificio. Se estrena el asturiano ante Inglaterra esta noche (20.45 horas) en una de las catedrales del fútbol mundial, Wembley, cuyos aledaños están convirtiéndose en un gigantesco barrio de oficinas y centros comerciales. Es un nombre que sólo pronunciarlo eriza la piel de los barcelonistas, esa Ítaca blaugrana donde, contando el viejo y el nuevo estadio, el Barça se proclamó dos veces campeón continental. Paradójicamente allí debuta hoy el equipo del antiguo inquilino del banquillo del Camp Nou, aunque es la roja con menos integrantes del Barcelona de la era moderna. Sólo dos, el clásico Busquets y el multiusos Sergi Roberto, que cuando Koeman transformó su celebérrimo gol de falta apenas tenía tres meses de vida.
Pero eso era la Copa de Europa, palabras mayores, y ahora España hace su puesta de largo en la Liga de las Naciones, la competición que se ha sacado de la chistera la UEFA para dar lustre a los plomizos amistosos. Esta selección española que viene de fracasar en los últimos tres grandes certámenes no le puede hacer ascos a nada y ha de comenzar a recuperar su prestigio. El campo estará repleto pues todas las entradas se han vendido.
“Me va el Dragon Kahn, me gusta jugar contra Inglaterra y en Wembley. Encantados de estar aquí, a disfrutar de este estadio único y mítico y de un partido magnífico”, se arrancó un Luis Enrique que se mostró claro y desenfadado y que repartió elogios a discreción entre sus futbolistas. Sube el telón de su época. Muchas cosas han cambiado desde el último partido de la roja, aquella prematura eliminación en octavos de final del Mundial ante Rusia. Era el 1 de julio.
Desde entonces se inició una revolución que de hecho se descorchó con el despido del desleal Lopetegui. Se trata de un equipo renovado, con diez futbolistas que no disputaron el Mundial y con importantes ausentes. Ya no están Iniesta, ni Piqué, ni Silva, ni el descabalgado Alba. Pero sí se mantiene el capitán Ramos, a caballo entre todas las generaciones, hay futbolistas que han de demostrar su valía internacional como Marcos Alonso o Rodri, o jugadores que han de dar un paso adelante como Saúl o Morata. El primer gran debate está en la portería. ¿Seguirá como titular De Gea o irrumpirá Kepa? Las apuestas se decantan por el portero del Manchester United, a pesar de su nefasto Mundial y su inicio poco feliz de temporada (siete goles encajados en cuatro partidos). Ayer Luis Enrique, que compareció antes que Sergio Ramos, no quiso dar ninguna pista: “Nunca he tenido dudas en esa posición”, se limitó a comentar el entrenador.
Aunque más allá de los nombres uno de los atractivos del partido radica en comprobar si ya se nota la evolución del estilo que promete Luis Enrique. Ese 4-3-3 con posesión pero también con más vértigo, rapidez y pasión. “Saldremos al ataque”, sentenció el entrenador.
Uno de los puntos que se tocaron en la rueda de prensa de Luis Enrique y el capitán, hizo hincapié en los nuevos métodos de régimen interno (ver reportaje que acompaña a
EL TÉCNICO, ENCANTADO “No recuerdo como entrenador una semana en la que haya visto tan buen comportamiento”
esta información) que ha puesto en práctica el seleccionador. “Estoy gratamente sorprendido con el rendimiento y la actitud de los jugadores. Está siendo una semana espectacular. No recuerdo como entre-
A TUMBA ABIERTA
El asturiano pone sobre el tapete el primer capítulo de su evolución bajo el lema: “Saldremos al ataque”
nador una semana en la que haya visto tan buen comportamiento. He puesto unas normas de convivencia normales y los jugadores las han aceptado sin problemas. La de prohibir los móviles en las comidas casi que la han aceptado antes que yo”, afirmó el asturiano, que ensalzó a Ramos: “Es un gran líder dentro y fuera del campo. Espero que arrastre a sus compañeros durante mucho tiempo”. “Se decían muchas cosas antes de que nos conociésemos personalmente pero la primera toma de contacto ha sido inmejorable. Me llevo bien con las personas de carácter como Luis Enrique. Las normas están para cumplirlas y las pone cada entrenador. Las que nos acercan al objetivo de ganar siempre las veo bien”, sostuvo el defensa.
Todo queriendo transmitir un clima de concordia, el que siempre suele acompañar al alumbramiento de una etapa. Delante España tendrá a una Inglaterra que continúa con la reforma de su arsenal, como ya enseñó en el Mundial, renovación que le llevó a las semifinales. El temible Kane, al que en Inglaterra ven cansado, lidera a los pross, que disponen de jugadores que brillaron en Rusia como sus compañeros en el Tottenham Dele Alli o Trippier. Los barcelonistas pueden poner su foco en este trío, pues el 3 de octubre y en el mismo Wembley el conjunto londinense recibirá al Barça en la Champions. Esa será otra historia. Hoy toca la selección española y es el día de Asturias. ¿Una señal del destino?