Serbia rompe el diálogo con Kosovo y aparca el nuevo trazado de fronteras
Todas las esperanzas que había depositadas se desvanecieron. Serbia anunció ayer que suspendía el diálogo con Kosovo para un nuevo trazado de fronteras.
El presidente del país, Aleksandar Vucic, se negó a sentarse con su homólogo albanokosovar, Hashim Thaçi, en un encuentro programado desde hace semanas en Bruselas por la Unión Europea.
La inesperada decisión se debe a “todos los engaños, amenazas y mentiras de los albaneses de Kosovo”, aseguró ayer el jefe de la Oficina de Serbia para Kosovo, Marko Djuric, citado por el medio Tanjug en Bruselas. Y añadió que era incluso “cuestionable si las conversaciones con Pristina van a continuar, y cuándo”.
Ambos líderes se reunieron por separado con la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, que tras las reuniones reconoció que “las dificultades persisten” y anunció que convocará una nuevas conversaciones los próximos días.
El malestar serbio se debe a unas declaraciones hechas el jueves por el presidente del Parlamento kosovar. Kadri Veseli dijo que Pristina podría prohibir el viaje de este fin de semana de Vucic al norte de Kosovo e incluso llegar a detener el presidente si visita el lago de Gaizvode. Allí se encuentra una importante central hidroeléctrica controlada por serbios de Kosovo leales a Belgrado y objeto de disputas entre las dos partes.
Ayer, la primera ministra serbia, Ana Brnabi, calificó a las autoridades albanokosovares de “poco serias, irresponsables, imprevisibles” y dijo que “no respetan los pactos logrados y acuerdos firmados”. Además, instó a la comunidad internacional a no poner a prueba “la paciencia y tolerancia” de su país en el conflicto.
Thaçi intentó rebajar ayer la tensión en Bruselas. Según informó la televisión N1, el líder kosovar anunció que espera seguir con las negociaciones con Vucic y reconoció que es “comprensible” el deseo de Vucic de visitar al pueblo serbio en Kosovo. “Respetaremos la agenda de la visita del presidente de Serbia a Kosovo. Respetamos a todos y no queremos humillar a nadie, pero no podemos permitir que se viole la soberanía de la República de Kosovo”, dijo Thaçi, dejando entrever que Gaizvode era uno de los asuntos de discordia.
Tras el episodio de ayer parece haber fracasado el intento de resolver el conflicto de Kosovo con una reforma de las fronteras, en la cual el territorio y la población serbia al norte del río Ibar pasaría a Serbia y el valle de Presevo, con sus habitantes albaneses, a Kosovo. Sin embargo, el Parlamento y el Ejecutivo kosovares ya habían rechazado esta solución al conflicto, al igual que la mayoría de líderes europeos, que ven en ello un peligro para la estabilidad en países vecinos.