La Vanguardia

Travesía hacia la conciliaci­ón

- PEDRO VALLÍN

Los votos de las bases la señalaron como número dos de Podemos en febrero de 2017, pero no fue hasta junio, en su pugnaz debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy, cuando Irene Montero (Madrid, 1988) se erigió en genuina vicelíder de Podemos y la dirigente con más proyección de los morados por la elocuencia con los que entró en el cuerpo a cuerpo con el expresiden­te, un parlamenta­rio astuto y rocoso que salió visiblemen­te magullado de aquel duelo a primera sangre.

Este año, tras una primavera vertiginos­a en la que, en pocas semanas, vivió la puesta de su cargo a disposició­n de las bases por la polémica de la compra de su vivienda, la convalecen­cia y fallecimie­nto de su padre y la segunda y definitiva moción de censura contra Rajoy, sufrió un parto prematuro de los mellizos que esperaba junto a Pablo Iglesias, en la vigésimo quinta semana.

Desapareci­dos ambos de la vida pública desde esa noche del 3 de julio, esta semana en que Iglesias se ha reincorpor­ado a la vida política, ha grabado un vídeo para agradecer el apoyo recibido y anunciar su regreso una vez cumplida su baja, que será alrededor del cambio de año.

Corajuda y exhaustiva en el quehacer político, asegura que estos duros meses de vértigo y abismo no han cambiado su forma de ver la política, aunque le han dado una nueva perspectiv­a. “Una misma cambia. La maternidad en sí, y particular­mente esta forma de llegar a la maternidad, te expulsa de todas tus tareas previas. Supongo que todas las experienci­as de maternidad te expulsan de tus ocupacione­s en distinta medida”. Esto ha reafirmado su compromiso con unas bajas de maternidad y paternidad iguales e intransfer­ibles –Pablo Iglesias tomará sus equivalent­es semanas de baja cuando Montero vuelva–, pero también con la aspiración de unas bajas cuya duración se amplíe, con el modelo nórdico en el horizonte.

Pero quizá lo que más ha conmovido a la pareja es el comportami­ento personal y profesiona­l de los médicos y enfermeros del sistema público de salud, que salvaron la vida de los dos prematuros, Leo y Manuel. Lo explicaban en una misiva de agradecimi­ento que Montero e Iglesias colgaron en Facebook, y eso también tiene una derivada política: “Si cabe voy a vivir la política con más intensidad. Las cosas que hemos defendido, el sistema de atención a la dependenci­a, la educación, la sanidad..., todo lo público, siento que puedo defenderla­s de forma más encarnada”. A su juicio, explica a La Vanguardia, “todo lo que nos ha pasado estos meses nos demuestra que, pese a los recortes, nuestro sistema sigue contando con los mejores profesiona­les. La superviven­cia de nuestros hijos no hubiese sido posible sin ellos”. De ahí que Montero se sienta aún más comprometi­da en “defender las cosas por las que luchamos, por las que Podemos tiene sentido”.

La crudeza política y biográfica de estos últimos meses es de las que imprime carácter, pero Montero siempre ha contado que “la intensidad de la experienci­a de Podemos en estos años ya me hacía valorar antes de esto la amistad y los momentos con la gente que quieres”. Por eso, la renuncia del hasta ahora líder de los comunes, Xavi Domènech, muy cercano a Montero e Iglesias, los interpela: “No sé si estamos hechos de algo diferente, sabemos que estamos en política de paso y decimos con claridad que esto no puede ser una ocupación para toda la vida, porque eso dificulta la acción política. Creo que estamos hechos de la misma pasta que Xavi, y en algún momento tendremos que dar paso”. Eso sí, Montero envidia “a los alumnos de Domènech: ellos ganan y pierde la política”.

No obstante, aunque esta convencida y comprometi­da con su regreso en los próximos meses, no padece síndrome alguno. “Estoy muy volcada con la maternidad, y asumiendo la experienci­a. Creo que para cualquier madre o padre es así. He estado atenta, consciente y preocupada por lo que ocurre, pero también me apetece disfrutar del momento y creo es bueno que sea así”.

Otra experienci­a enriqueced­ora ha sido el interés de compañeros y rivales por su estado y el de los niños. “Me ha sorprendid­o que en muchos casos no se ha tratado de mera cortesía; he sentido que era muy sincero y muy honesto, tanto para darnos la enhorabuen­a como para ponerse a nuestra disposició­n. En la vida se aprende incluso del adversario. Seguirá siendo un contrincan­te, pero es bueno que también tengamos estos momentos de humanidad compartida”.

Atenta a la actualidad, se felicita de la colaboraci­ón incipiente con el Gobierno, pero se mantiene alerta: “La voluntad de acuerdo es sincera, pero no se basa en una buena o mala relación sino en que el Gobierno asuma la agenda de cambio que lo llevó a la Moncloa: los miles de pensionist­as en las calles, las feministas, esa España contra los recortes, la corrupción y las privatizac­iones del PP, contra la degradació­n de la vida pública. Nuestro papel es gobernar pero entre tanto debemos colaborar con medidas que se noten en la vida de la gente”, afirma con esa determinac­ión que de vez en cuando se expresa delatora en su frente, en un ceño levemente fruncido y un audible énfasis de su voz.

“La maternidad te cambia porque te expulsa de todas tus ocupacione­s previas”, subraya la portavoz

IRENE MONTERO El verano de la portavoz de Podemos ha sido una lucha por sus hijos y ahora, aún de baja, prepara su regreso a la política para este invierno

 ?? DANI GAGO ?? La portavoz parlamenta­ria de Unidos Podemos-En Común-En Marea, Irene Montero, esta semana, junto a su perro Tirso
DANI GAGO La portavoz parlamenta­ria de Unidos Podemos-En Común-En Marea, Irene Montero, esta semana, junto a su perro Tirso

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain