El primer bus sin conductor echa a rodar en Sant Cugat
Ocho ciudades catalanas son el escenario de la prueba del vehículo autónomo, que podría entrar en servicio en el 2020
Si las previsiones de los expertos son certeras, en 2020 será habitual que un autobús eléctrico y autónomo, sin conductor, circule por nuestras calles. Pero lo que se vio ayer en Sant Cugat del Vallès y seguirá de gira por Terrassa, Sabadell, Girona, Reus, El Vendrell, Martorell y Vic durante septiembre y octubre aún es una excepción. El conseller de Territori i Sostenibiltiat, Damià Calvet, acompañado por la alcaldesa de Sant Cugat, Carmela Fortuny, el presidente de la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano (AMTU), Jordi Xena, y otras personalidades, hicieron el viaje inaugural del Érica, el primer autobús sin conductor que circula por Catalunya, en una prueba piloto.
Se trata de un vehículo con capacidad para doce personas –seis sentadas y otras seis de pie– que es 100% eléctrico, climatizado, accesible para personas con movilidad reducida y que incorpora una rampa automática que se despliega a la vez que el vehículo se baja. Circula a una velocidad de 18 km/hora –la velocidad media de un transporte urbano es de 12 km/hora– y necesita dos días para grabar y memorizar la ruta a través de unos sensores, cámaras y láser de hasta 500 metros lineales. En esta gira, el Érica, acrónimo de eléctrico, revolucionario, inteligente, compartido y amable, solo circulará por la acera y nunca por la calzada.
El conseller Calvet explicó que esta prueba piloto es “realmente innovadora, ya que después de los Estados Unidos y Australia somos el tercer país donde un autobús autónomo circulará por diferentes ciudades”. Aunque desde 2016 ya ha habido experiencias puntuales en ciudades de Francia (París y Lyon), Suiza (Sion), Alemania (Bad Birnbach), Holanda (Amsterdam, Wageningen) Nueva Zelanda (Christchurch) o China (Singapur y Hong King desde este verano). El pasado abril, San Sebastián se convirtió en la primera ciudad española con una línea de autobuses autónomos pensada para dar servicio a los 4.000 trabajadores del Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa en un recorrido de unos 30 quilómetros.
El presidente de AMTU subrayó que este tipo de vehículo
Tiene una capacidad para doce personas, es 100% eléctrico y circula a una velocidad de 18 km/h
“pronto formará parte de las redes de transporte público de cada territorio y muy especialmente de lo que llamamos desplazamientos de último quilómetro; una lanzadera que te lleva hasta el último punto de tu destino”. Estas mejoras deberían servir para “conseguir que los catalanes, en su movilidad cotidiana, prefieran utilizar sistemas de transporte público compartido, en lugar del vehículo privado”, apuntó Xena.
Calvet puso como ejemplo que este vehículo autónomo podría enlazar diferentes paradas de autobús alejadas de estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat para facilitar una “movilidad urbana sostenible y que ofrecerá rutas más flexibles y personalizadas, tanto en el centro como en las afueras”.