Ladrones de relojes atemorizan a turistas
Una cámara de seguridad captó esta semana como un par de delincuentes arranca de cuajo un reloj a un turista norteamericano
Los Mossos llevan todo el verano al acecho de las nuevas bandas de ladrones de relojes de lujo que están atemorizando al turismo de Barcelona. Son muchos los incidentes registrados durante la época estival. Los delincuentes están muy especializados, saben dónde ir a buscar a sus presas y conocen perfectamente como arrancarles el reloj de la muñeca en cuestión de pocos segundos.
El último episodio se vivió esta semana a la salida de un hotel del paseo Colón, el distrito de Ciutat Vella y fue grabado por la cámara de seguridad. Una pareja de turistas norteamericanos abandona el establecimiento acompañados por un trabajor del hotel quien les pregunta adónde van y se dispone a pararles un taxi que les lleve hacia al lugar que desean. Pasan pocos segundos entre que la mujer le enseña la dirección a la que quieren ir y el encargado de la recepción se dirige a buscar un taxi. En esa espera aparecen dos individuos vestidos con pantalón corto, camiseta y una gorra que perfectamente podrían confundirse con turistas de la ciudad. Son ladrones de relojes que saben con certeza que en aquel hotel pueden encontrar víctimas pertrechadas con relojes de lujo. Aguardan su momento mientras los clientes del hotel esperan a que llegue el taxi. El vehículo se presenta en menos de un minuto. El recepcionista se coloca frente a la puerta acompañando a la mujer y su pareja queda algo más rezagado. Mientras el empleado del hotel abre la puerta, la mujer accede al interior del vehículo. Ninguno de los dos tiene la mirada puesta en el otro compañero. Los dos ladrones se acercan. Uno de ellos a la carrera. Se abalanza sobre el hombre, le retuerce el brazo y le arranca de cuajo el reloj. Los testigos del robo, el recepcionista y la mujer que ya está dentro del coche, no tienen tiempo de reaccionar. Los ladrones salen a la carrera. El propietario del reloj tarda en reponerse del asalto inesperado. Los ladrones tienen unos metros de ventaja y huyen corriendo. Los afectados salen detrás suyo pero no los alcanzan. El reloj estaba valorado en 140.000 euros.
El fenómeno de los ladrones relojeros afloró el pasado verano atraídos por la gran afluencia turística pero este año las imágenes captadas por las cámaras se ha multiplicado. El botín más cuantioso registrado hasta ahora fue el robo de un reloj de 200.000 euros a un turista japonés.
Los Mossos confirman que se ha producido un repunte durante este verano en Barcelona, en especial en Ciutat Vella, en las capitales de provincia y en algunas poblaciones de la costa. Los ladrones aprovechan para revender la pieza en el mercado negro que reporta unos cuantiosos beneficios sólo con un único robo lo que ha empujado a antiguos ladrones de carteras y móviles a encontrar en los relojes una nueva fuente de ingresos. Y el objetivo es claro: víctimas de alto poder adquisitivo.
La pieza sustraída estaba valorada en 140.000 euros; el robo más cuantioso del verano fue un reloj de 200.000 euros