Una Setmana del Llibre que necesita 10 días
Más de 250 novedades editoriales, 210 expositores y 500 cabeceras de revistas
El optimismo recorre la avenida de la Catedral de Barcelona. Los datos que presenta la 36.ª edición de la Setmana del Llibre en Català son buenos pero, sobre todo, están consolidados. Muestran una solidez y una continuidad que hacen que los organizadores afronten la cita con ilusión y con visión de futuro, aunque la no devolución del IVA desde el año 2015 amenaza organizaciones futuras.
De entrada, este año se presentarán 250 novedades editoriales y se expondrán las 500 cabeceras de revistas que se publican en lengua catalana. Pero de lo que el presidente de la Setmana, Joan Sala, se muestra más satisfecho es de los 210 expositores: “En cinco años hemos doblado este número, por lo tanto podemos volver a decir que esta será la Setmana mayor de la historia”. El número es importante, pero también lo es que las librerías generalistas se hayan repartido los sellos editoriales, de modo que un mismo libro sólo se puede encontrar en un puesto. Para Sala eso es un acierto, porque había una alta presencia de best sellers repetidos en muchos mostradores y el acuerdo entre librerías y sellos facilita que haya más diverantigua sidad, que hayan podido entrar más expositores y, sobre todo, un aspecto que Sala valora especialmente, “aparece el libro de fondo”.
El presidente, que ayer inauguró la Setmana de diez días con la consellera de Cultura, Laura Borràs, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, considera que la importancia de la cita “va más allá porque dinamiza las ventas del sector en el tercer cuatrimestre” y se consolida como el tercer vértice anual, después de Sant Jordi y de la campaña de Navidad. Por eso se necesitan más días y escenarios en otros puntos de la urbe.
Entre las novedades, destaca la Nit de la Setmana, que se celebrará el viernes 14 con los puestos abiertos y actividades hasta medianoche. El artista plástico Tom Carr preparará un espacio para que el público se tome fotos a la manera celebrando el hecho de leer. Las imágenes se podrán colgar en las redes para participar en un concurso. También habrá un concierto de pequeño formato y conversación para homenajear a Maria Aurèlia Capmany, más otros espacios donde se llevarán a cabo acciones de escritura, musicales y performáticas.
Bajo el epígrafe La Setmana comprometida, este domingo habrá una mesa redonda sobre “La libertad de expresión y la censura en el mundo de la cultura” y se leerá un manifiesto. Y el jueves se entregará el premio Trajectòria al activista cultural Guillem Terribas (Salt, 1951), un humanista autodidacta que ha dedicado y sigue dedicando su vida a la literatura, el cine, la Llibreria 22 –que fundó en 1978–, los cines Truffaut...
Otra de las iniciativas es una gentileza de la empresa de servicios editoriales Romanyà Valls, una imprenta de La Torre de Claramunt que cualquier buen lector conoce de haberla visto en unos cuantos libros. Preocupados por los nuevos lectores, Sala considera que los niños deben tener sus libros preferidos al alcance de la mano y atesorarlos, y con este propósito Romanyà Valls ha prepara-
Con Sant Jordi y la campaña de Navidad, la cita de septiembre marca el tercer vértice del calendario
La Nit de la Setmana alargará la feria hasta la medianoche con la intervención del artista Tom Carr
Guillem Terribas, el alma de la Llibreria 22 de Girona, recibirá el premio Trajectòria
La devolución del IVA no se ha hecho desde el año 2015, lo que cuestiona futuras ediciones
do “la primera biblioteca personal”, una estantería de cartón con forma de casa, que los visitantes que compren libros por un valor de 50 euros se la podrán llevar a casa.
Por su parte, el Institut Ramon Llull organiza una visita de editores y agentes literarios extranjeros a Catalunya para poder presentarles las novedades literarias y ponerlos en contacto con los profesionales locales. Es el segundo año que se lleva a cabo esta iniciativa, y están invitados 18 editores, 10 de ficción literaria y 8 de literatura infantil y juvenil.
Pero en la presentación que se hizo ayer en la sede del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya antes de la inauguración, no fueron todo alegrías. El presidente quiso denunciar lo que la organización considera un perjuicio muy importante para la Setmana. Desde el año 2015 Hacienda no ha devuelto el IVA que creen que les deben liquidar. “Las ayudas son para rebajar los precios de las cosas” y por eso Sala dijo: “Hasta ahora hemos sido discretos porque pensábamos que estábamos cargados de razón y que esto se solucionaría sin tener que hacer ruido, pero hoy lo queremos hacer público”. La Setmana no cobra entradas y el precio de los libros es tasado, explicó, y la feria se costea con dinero público y con las aportaciones de los expositores y de los patrocinadores. “Hasta el 2014 siempre se había devuelto este IVA, pero desde hace un mes han cambiado el concepto”, aclaró Sala. El presupuesto de la Setmana es de 490.000 euros y las no devoluciones de los años 2015 y 2016 suponen casi 130.000 euros. “Este año ya está todo previsto, pero si no se devuelve este dinero, el año que viene habrá que replantear cosas”, avisó el director de la Setmana.