El nuevo reto de Juanqui
Será difícil acostumbrarnos a no ver a Juan Carlos Navarro en el Palau. A no ver sus triples, sus bombas, sus asistencias... todas sus genialidades. Lo echaremos de menos los que hemos disfrutado de su juego y, sobre todo, lo echarán de menos sus compañeros. Aunque Juanqui hace mucho que era más que un buen jugador. Era un mito forjado en las categorías inferiores y eso ya lo convertía en el mejor embajador del baloncesto blaugrana. Un honor del que nada ni nadie lo podrá apartar y al que él nunca va a renunciar.
Pertenecemos a dos generaciones que lo han dado todo por el club y por el baloncesto. Sí, puede que ellos sean deudores de nosotros, que les sirviésemos de ejemplo y quizá les llevásemos a apasionarse por este deporte. Pero han sido ellos los que han conseguido lo que nosotros no pudimos conseguir: llevar al Barça y a la selección a lo más alto. Ganar los títulos que no ganamos nosotros y poner el baloncesto en primera línea. Es un orgullo haber podido inspirarlos.
Con Juan Carlos se va también ahora esa generación que tantos éxitos nos ha dado. Pero soy optimista. En cuanto al club, es verdad que el Barça ha tenido algún año flojo. El propio Navarro ha sido el primero en reconocerlo y en hacer autocrítica asumiendo su papel de capitán. No es fácil llegar adonde este equipo ha llegado, pero aún más difícil es mantenerse. Aunque quien ha conseguido algo grande alguna vez ya ha recorrido el camino y está en condiciones de volver a recorrerlo. Y estoy convencido de que esta nueva generación a la que Navarro cede el testigo será capaz de conseguir los mismos logros deportivos. También con la selección.
Porque Juan Carlos se va, pero se queda. Y esa es la mejor garantía. Él mismo ha asumido el reto de trabajar con la gente que está en la cantera y en las categorías inferiores. Podría haber optado por algo más fácil y dejarse llevar, buscar un acomodo sencillo. Pero no. Ha elegido el reto más complejo. Sinceramente creo que le va como anillo al dedo, porque él es el mejor ejemplo para los que llegan que ahora lo van a tener ahí, a su lado.
Juanqui vuelve a asumir la responsabilidad, como cuando estaba en la pista. Con él podemos estar tranquilos: el partido del futuro está ganado.