El régimen de Luis Enrique
La mano del seleccionador ya se nota en los hábitos de ‘la roja’
Entrenamientos por la tarde, horas y horas libres, desayunos relajados y en franjas amplias, futbolistas teniendo voz y voto en el funcionamiento interno… La nueva cúpula federativa, encabezada por el presidente Luis Rubiales, quedó muy decepcionada por el comportamiento y, sobre todo, por el peso de los hombres fuertes de la selección en el lamentable periplo de España por el Mundial de Rusia. Por eso se decidió cortar por lo sano tras la espantada de Julen Lopetegui y el breve interregno de Fernando Hierro. Cuando se contrata a Luis Enrique ya se sabe que el mando en plaza es suyo, que se erige en líder y que establece unas normas muy claritas. Un reglamento que el seleccionador comunicó durante una reunión de quince minutos el pasado lunes a sus futbolistas. Un encuentro en el que el técnico habló de manera directa y concisa y los futbolistas escucharon. No fue una conversación, sino una transmisión de instrucciones.
Durante sus primeros cuatro días de trabajo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas ya se han visto los cambios. Uno de los más llamativos, la prohibición de los teléfonos móviles durante las comidas, apartado en el que hasta ahora había manga ancha. “Estábamos demasiado pendientes de las maquinitas”, admite Isco. En el vestuario también se limita el uso del móvil y se ha trasladado que sólo las fotos de grupo están permitidas, no así las conversaciones en las redes sociales justo después del partido.
De la misma forma, al contrario de lo que era habitual con anteriores seleccionadores, los futbolistas no han dispuesto de ninguna tarde libre. Eso sí, el miércoles abandonaron la sede de concentración para participar en una experiencia de escape room en Madrid. El lema del sitio escogido decía: “No dejamos de jugar por hacernos viejos. Nos hacemos viejos porque dejamos de jugar”. Un axioma del escritor irlandés George Bernard Shaw. Esta actividad de ocio en grupo ya la empleó en el Barcelona, donde llevó en una ocasión al equipo a practicar el karting. El resto del tiempo, trabajo de campo matinal (el jueves en doble sesión) a una hora más temprana (10 de la mañana) de lo que era marca de la casa en la roja y reuniones de vídeo por la tarde. Los entrenamientos han sido en Madrid a puerta cerrada el martes, el miércoles y el jueves y ayer fue abierto en su totalidad en Wembley. Para proteger la privacidad de las sesiones ya se ha insta-
AHORA MANDA EL TÉCNICO Horarios más estrictos y restricción del móvil dentro de un orden interno menos relajado
lado una lona en Las Rozas.
Luis Enrique también ha cambiado el funcionamiento de los viajes. La presencia de periodistas en el avión del equipo se sigue permitiendo –en el Barça, Lucho vetó a los medios de comunicación en los vuelos oficiales a partir de su segunda temporada– pero la selección no retornará a Las Rozas tras jugar hoy sino que se desplazará directamente a Alicante para el partido del martes en Elche. En el pasado lo normal era volver a Madrid y pasar una tiempo en Las Rozas tras conceder unas horas de asueto a los internacionales. Para la concentración de octubre también está previsto volar de Cardiff a Sevilla entre partido y partido sin regresar a la Ciudad del Fútbol. Asimismo los familiares de los futbolistas tampoco pueden acudir a pasearse por el lugar de trabajo y descanso de los jugadores, otra costumbre que parece que ha pasado a mejor vida. No es que la selección fuera un sitio de libertinaje total pero sí que en los últimos tiempos había más permisividad que en la mayoría de clubs. Esto se ha querido atajar de raíz.
En cuanto al trabajo de campo, Luis Enrique y su grupo de colaboradores (13 personas) han introducido pequeños detalles nuevos, más allá de que el asturiano se subiera a un andamio para otear desde allí mejor el trabajo de sus jugadores el miércoles. Como ya pasó en la Ciutat Esportiva Joan Gamper el entrenador desea saber el estado exacto de sus futbolistas. Por eso el martes los convocados se sometieron a un estudio de composición para obtener niveles de peso, grasa, masa corporal…
El propio seleccionador también se realizó el examen. Quizás para saber si él estaba o no mejor que algunos jugadores… Anécdotas al margen, la mano de Luis Enrique ya se ha notado bastante fuera del campo.