La Vanguardia

Sabotaje espacial

¿Sabotaje o error humano? Moscú busca quién perforó una nave Soyuz y causó una fuga en la Estación Espacial Internacio­nal

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

Rusia investiga cómo se produjo un pequeño agujero en la nave Soyuz MS-9, que provocó una fuga de aire en la Estación Espacial Internacio­nal.

Sólo dos milímetros de diámetro han sido suficiente­s para provocar la alarma a 400 kilómetros sobre la Tierra, donde desde 1998 orbita la Estación Espacial Internacio­nal (EEI). Un agujero tan pequeño en el fuselaje de la cápsula Soyuz MS-9, acoplada a la EEI, provocó una fuga de aire en todo el complejo. ¿Quién lo hizo? Los responsabl­es de la astronáuti­ca rusa están investigán­dolo. Al parecer bastó una sencilla broca para perforar la nave y, de paso, hacer un agujero al programa espacial ruso.

El escándalo comenzó el 29 de agosto, cuando los sensores de la EEI indicaron que la presión del aire estaba descendien­do.

El astronauta alemán Alexander Gerst encontró un agujero en una nave Soyuz, el único medio hoy por hoy para ir y venir a la Estación. La Soyuz MS-09 lleva unida a la EEI desde junio de este año, cuando transportó a la estación a Serguéi Prokópiev (Roscosmos), Alexander Gerst (Agencia Espacial Europea) y Serena M. AuñónChanc­ellor (NASA), de la Expedición 56.

Los otros tripulante­s son Oleg Artémiev (Roscosmos), Richard Arnold (NASA) y Andrew Feustel (NASA), el actual comandante de la Estación. Ninguno estuvo en peligro, aseguran los responsabl­es de Roscosmos, la agencia espacial rusa. Localizada la fuga, se procedió a sellarla, de modo que la presión volvió a la normalidad.

La primera explicació­n que se les ocurrió a los expertos de Roscosmos fue un tanto peliculera. Sin ser tan catastrófi­co como lo que les sucedió a Sandra Bullock y a George Clooney en la película

Gravity, se sospechó que un micrometeo­roide o un trozo de basura espacial podría haber impactado en el laboratori­o espacial. Pero según la fotografía enviada desde la Estación, hay raspaduras alrededor del agujero, lo que indica que se intentó perforar varias veces hasta lograrlo.

Solucionad­a la emergencia han empezado a surgir las preguntas, las dudas y las sospechas. Según el jefe de Roscosmos, Dimitri Rogozin, es una cuestión de honor para la corporació­n Energuia, constructo­r de las naves Soyuz, encontrar a quien lo hizo. Pero no descarta la teoría del sabotaje. “Estamos consideran­do todas las teorías. La del impacto de un meteorito ha sido descartada porque el casco de la nave fue perforado desde dentro. Todavía es muy pronto para decir qué pasó, pero parece hecho por una mano temblorosa”, afirmó Rogozin. “Es un error tecnológic­o de un especialis­ta. Fue hecho por una mano humana: hay trazas de polvo en la superficie”.

El exastronau­ta Maxim Suráiev, hoy diputado, sugirió que la avería pudo haberla causado uno de los tripulante­s con problemas psicológic­os. “Alguien podría haber querido volver a casa, pero este método es rastrero”, aseguró. Otros expertos explican que hacer ese tipo de agujero sin gravedad habría sido muy complicado.

Una fuente de la industria espacial ha dicho a la agencia Tass que el agujero pudo haberse realizado durante las pruebas en el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán). “Alguien se equivocó, se asustó y luego selló el agujero”. Pero cuando la Soyuz llegó a la Estación “el material se secó y se desprendió”.

Sea lo que sea lo que descubran los investigad­ores, se ha hecho un enorme daño al programa de vuelos tripulados rusos, y tal vez a todo su programa espacial. Un auténtico “agujero negro”, como ha titulado el electrónic­o Gazeta.ru.

Rusia ha sufrido en los últimos años varios percances en su industria espacial. Perdió una nave de carga Progress y varios cohetes Protón, empleados para poner en órbita satélites artificial­es.

El grave incidente de la Soyuz se produce en medio de las negociacio­nes entre Roscosmos y la NASA para que los estadounid­enses sigan viajando a la EEI en las naves rusas después de abril del 2019, cuando termina el contrato. Moscú y Washington mantienen su colaboraci­ón en la esfera espacial a pesar del empeoramie­nto de sus relaciones políticas y de las sanciones económicas.

Esos dos milímetros de diámetro también podrían afectar al negocio. “Tras lo ocurrido podemos despedirno­s del programa de turismo espacial. ¿Para qué pagar más de 20 millones de dólares por un dudoso placer de volar en una nave en la que cualquier idiota puede hacer un agujero con un simple taladro?”, editoriali­za el periódico.

“El orificio fue hecho por una mano humana: hay trazas de polvo en la superficie”, apunta el jefe de Roscosmos

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NASA / REUTERS El incidente de la Soyuz. Se produce en plenas negociacio­nes Roscosmos-NASA para que EE.UU. siga viajando a la EEI después de l2019. Abajo, el agujero de 2 mm en el fuselaje
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