Baselga, cuestionado por no informar de conflictos de interés con farmacéuticas
El oncólogo Josep Baselga, director médico del hospital Memorial Sloan Kettering de Nueva York, no informó de sus vínculos con empresas farmacéuticas en un centenar de los 170 artículos científicos de los que ha sido coautor entre el 2013 y el 2017, según un artículo publicado ayer por The New York Times en portada.
Revelar estos vínculos se considera preceptivo para que la comunidad científica pueda valorar si hay conflictos de interés entre los autores de las investigaciones y las empresas que se benefician de ellas. Estos conflictos de interés son habituales en la investigación biomédica, ya que médicos e investigadores son quienes mejor pueden asesorar a las compañías para desarrollar los tratamientos que en última instancia ayudarán a los pacientes.
Contactado ayer por La Vanguardia, Baselga reconoció que fue un error no hacer pública su relación con compañías farmacéuticas
El oncólogo reconoce los errores, que explica por falta de supervisión pero no por voluntad de ocultar información
en 17 de los estudios. Lo atribuyó a “una falta de supervisión por mi parte” en el proceso final de producción de los artículos científicos, pero “en ningún caso a una voluntad de ocultar información”.
Para el 80% de artículos restantes en que The New York Times denuncia falta de transparencia, Baselga sostiene que no era pertinente citar vínculos con empresas ya que se trataba de investigaciones de ciencia básica o traslacional sin retorno económico a corto plazo.
El hecho de que haya revelado sus relaciones con empresas farmacéuticas en unos 70 artículos –de los 90 en que hubiera debido hacerlo– es, según Baselga, una muestra de que las omisiones son un problema de falta de supervisión, no de mala intención.
Según un estudio publicado el 30 de agosto en la revista médica JAMA Oncology, las omisiones a la hora de revelar vínculos entre los investigadores y la industria no son un problema aislado sino sistémico en el ámbito de la oncología. Un 32% de los investigadores analizados en el estudio dejaron de informar de sus vínculos con empresas por lo menos en una ocasión.
The New York Times describe a Baselga como “uno de los médicos más importantes del mundo en cáncer de mama” y “una figura imponente en el mundo del cáncer”. Recuerda que “ha desempeñado un papel clave en el desarrollo de fármacos que han revolucionado el tratamiento del cáncer de mama”.
El artículo basa gran parte de su denuncia en los tres millones de dólares que Baselga recibió procedentes de Roche en el 2014 y el 2015, por lo que considera que hubiera debido mencionarlo en sus estudios basados en fármacos de Roche. Sin embargo, aquellos ingresos fueron independientes de los estudios sobre los fármacos. En realidad, procedían de acciones de la compañía Seragon, en cuyo origen Baselga había participado y que Roche adquirió posteriormente.