Divina juventud
Rita Sala explora los lindes de la pintura y el vídeo en la exposición ‘En intersecció’
Estudiante de Bellas Artes en Barcelona, Rita Sala ha hecho lo que se le exige a todo artista en su primera exposición (colectivas aparte): perseguir la innovación, aquello que nadie ha hecho antes o si lo ha hecho la artista lo ignora. La exposición se titula En intersecció. Al llindar entre la pintura i el vídeo y consta de nueve obras que, su vez, se reproducen mediante técnicas de vídeo y cobran movimiento, vida y expresión. “Sinceramente, no sigo la vía de nadie y aunque pueda parecer presuntuosa, es todo lo contrario: trato de experimentar. En cada técnica artística encuentro diferentes maneras de describir mi ámbito a través de un lenguaje propio”, señala Rita Sala, que tampoco se sorprende del deseo de ser encasillada, etiquetada o adscrita a una corriente. A lo sumo, interdisciplinar.
“Es en la unión del dibujo y el vídeo donde encuentro mi espacio creativo y la esencia de mi voluntad”. Cada una de las nueve obras –destaca la La dona de l’aigua (ver ilustración)–, la mayoría creadas en una estancia berlinesa larga, alcanza ese punto de intersección entre la pintura y el vídeo con un resultado que atrae al visitante de la galería Olivart de Barcelona, una de esas casas que se juegan el tipo y arriesgan en la búsqueda
de nuevos artistas. Lo que bien podría englobarse en el cinematográfico, poético y todo lo que se quiera título de “divina juventud”. La que permite innovar, experimentar y expresarse a jóvenes artistas. Cada obra tiene su reflexión: nueve ideas no son pocas.