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La aprobación en el Parlamento Europeo de la directiva sobre derechos de autor, y el voto afirmativo a la exhumación del cuerpo del dictador Franco del Valle de los Caídos.
LA aprobación por el Parlamento Europeo de la nueva directiva sobre los derechos de autor supone un gran paso para obligar a los gigantes de internet a pagar por los contenidos artísticos y por los artículos que utilizan libremente. Los creadores y editores de prensa de toda Europa hace tiempo que luchan para modernizar las reglas y acabar con lo que consideran pura piratería de la propiedad intelectual por parte de las grandes plataformas digitales, que obtienen importantes ganancias publicitarias con ello sin asumir ningún coste.
Frente a los que critican que la nueva directiva europea limitará la libertad en internet, se opone el respeto a la propiedad intelectual y la defensa de la información seria y responsable. La nueva directiva, en palabras del presidente francés, Enmanuel Macron, supone un gran avance para Europa, ya que el respeto de los derechos de autor protege la libertad, la información veraz y la creación cultural.
La citada directiva sobre los derechos de autor en el ámbito digital ha sido aprobada mayoritariamente por el Parlamento Europeo por un total de 438 votos a favor, 226 en contra y 39 abstenciones. Ahora, tras el visto bueno de los eurodiputados, corresponde al Consejo de la Unión Europea dar su aprobación para que pueda tener la luz verde definitiva.
La aprobación de la citada directiva incluye los artículos que habían resultado más polémicos y que son los que suscitan el un rechazo frontal de las grandes plataformas digitales y de un amplio sector de internautas, que ven en ellos un retroceso para la libertad actual. En concreto se trata del artículo 11, que otorga a los editores de prensa y periodistas el derecho a reclamar compensaciones por compartir sus artículos o fragmentos de los mismos en las grandes plataformas digitales como Google, Facebook o Twitter, y del artículo 13, que obliga también a estas grandes plataformas a controlar que los contenidos que comparten sus usuarios no infringen derechos de autor. En este sentido tendrán que adoptar medidas adecuadas y proporcionadas para garantizar el correcto funcionamiento de los acuerdos alcanzados con los titulares de derechos para el uso de sus obras.
En suma todo ello supone que el todo gratis que ofrecen las grandes plataformas digitales, que en realidad supone un expolio del trabajo de los autores y de la prensa, está condenado a acabarse en Europa. Pero a nadie se le oculta, sin embargo, la gran complejidad técnica que comportará la aplicación de la citada directiva, ya que exige la colaboración de las grandes plataformas digitales que se oponen a la misma. Pero no hay más alternativa que avanzar por el camino iniciado. Ocho ministros de Cultura, entre ellos los de Alemania, Francia, España y Grecia, han firmado una declaración conjunta en la que afirman que no se puede permitir que un puñado de empresas de ámbito global acaparen gran parte del trabajo generado por otros en el entorno digital.
Como dice la Comisión Europea, la modernización de los derechos de autor, para adaptarlos a la nueva realidad digital, deberá propiciar beneficios tangibles para los ciudadanos, investigadores, educadores, escritores, artistas, la prensa y las instituciones culturales, así como abrir el potencial para más creatividad y contenidos. Será responsabilidad de las grandes plataformas, a partir del reconocimiento de la justa retribución a la propiedad intelectual, el desarrollo de nuevas ofertas y modelos de negocio nuevos e innovadores.