El genio y su padre
Joan y Roger Pera leen cartas de Amadeus y su padre en el ciclo Simfònics al Palau
Joan Pera y su hijo Roger suben al escenario del Palau de la Música para dar vida a Papa Mozart, una representación que mezcla la música del genio austriaco con las cartas que este le mandaba a su padre, unas misivas en las que los Pera se han visto reflejados.
Cuando hace años Roger Pera tuvo ocasión de interpretar en teatro a Wolfgang Amadeus Mozart descubrió la correspondencia que el genio clasicista mantuvo con su padre desde distintos lugares de Europa. Y lo primero que hizo fue mostrarle esas cartas a su padre, el actor Joan Pera. ¿Por qué?
“Porque nos vi reflejados. Porque aunque él es Mozart y nosotros somos de Mataró, la suya es una historia de muchos padres y muchos hijos”, dice el actor. Ese fue el germen de Papa Mozart, el espectáculo más llamativo del próximo ciclo Simfònics al Palau, la temporada con la que la Orquestra Simfònica del Vallès trata de innovar y crear nuevos públicos para la clásica desde el Palau de la Música.
Al ya usual maridaje con el teatro o la danza (en marzo repiten con los Brodas Bros, esta vez en el Carnaval dels animals de Camille Saint-Saëns), se le suma ahora la Historia, con una lectura de las cartas de Amadeus y Leopoldo Mozart que reflejan su complicada relación, y de cuya dramaturgia se encargará Sergi Belbel. A la dirección escénica, Miquel Gorriz, y a la batuta, Rubén Gimeno, el ex titular de la OSV, con piezas emblemáticas como la Obertura de Don Giovanni o el Concierto para clarinete, entre otros fragmentos que irán justificando el contenido de las cartas. La cita músico-teatral es en marzo y es probable que con semejante reparto acabe convertida en una comedia...
“Yo no soy un actor de comedia, ¡lo que pasa es que la gente se ríe!”, alegaba ayer de nuevo Joan Pera en la presentación del ciclo en el Palau de la Música. Y lógicamente despertó más risas. “En este espectáculo hay dramas, pero se nos escapa la risa. Por ejemplo, cuando Mozart le pide dinero a Leopoldo tras encabezar con “estimadísimo padre”, o “ya sabe que después de Dios para mí está usted”. O cuando se despide con “miles de besos en el culo”. O al decirle que irá a verle pero nunca va, o al prometerle que a su primer hijo le pondrá Leopoldo y luego le pone el nombre del primer conde que tiene al lado”.
“Roger y yo –siguió– siempre hemos querido hacer algo juntos, y cuando me pasó las cartas vi que era nuestra historia: un padre con un hijo talentoso y un hijo que ama más su vida y su obra que a su padre” (risas). “Va de fracaso en fracaso y el padre queda arruinado. Es un genio pero en cuestión de dinero... vaya, como en casa”. Más risas (con la superada drogadicción de Roger Pera en la memoria).
“Hacer un espectáculo rodeado de música es de lo mejor que te puede pasar –añadía Roger–. De pequeño quería ser músico, pero mi padre me puso a trabajar con ocho años... no tuve infancia” (risas).
La temporada de Simfònics arranca el 22 de septiembre con la Novena de Beethoven y la audición de Un superviviente en Varsovia, de Arnold Schönberg, con el actor Fermí Reixach narrando la peripecia de un hombre que sobrevivió a los nazis escondido en el subsuelo de Varsovia. Entre el resto de los 13 conciertos del ciclo, cabe destacar Txaikovski contra Napoleó dirigido por James Ross, que ha renunciado a la titularidad de la OSV: sonarán las Variaciones rococó yla Obertura 1812 –el director del Palau, Joan Oller, ruega que no se usen cañones en esta última–, más la ópera folclórica Háry János de Zoltán Kodály, ambientada por el filme del realizador estadounidense Doug Fitch.
En El piano de Rachmaninov el público podrá escoger una obra de Brahms, Mendelssohn, etc. y asistir a un estreno de Josep M. Guix. Víctor Pablo Pérez dirigirá la Fantástica de Berlioz con proyecciones de Morgan Crea, y también bandas sonoras de Drácula o El pianista. Y habrá otro programa dedicado al cine de ciencia ficción. La mezzo Anna Alàs intervendrá en el festival de valses y danzas por Navidad y Amics de l’Òpera de Sabadell pondrá los solistas para una Bohème en concierto.
“Vi que era nuestra historia: un padre con hijo talentoso y un hijo que ama más su obra que a su padre” (risas)