Dos personas de Huelva y Valladolid, mordidas por murciélagos con la rabia
Un joven de 19 años de Huelva y una mujer de 59 años de Valladolid han sufrido mordeduras de murciélagos portadores del virus de la rabia, según informó ayer el Centro Nacional de Microbiología.
Aunque la rabia es una enfermedad mortal en los casos en que llega a desarrollarse, ambas personas recibieron un tratamiento preventivo a tiempo, por lo que no llegaron a enfermar.
Los dos casos se produjeron a finales de junio. El de Huelva afectó a un joven que trató de evitar que su gato jugara con un murciélago. Tras ser mordido, el joven cogió el animal y lo llevó a un laboratorio para analizarlo. El análisis reveló que era portador del lisavirus europeo de murciélago tipo 1 (EBLV-1). El chico recibió la profilaxis habitual en estos casos, que consiste en limpiar la herida a fondo, administrar la vacuna contra la rabia antes de que el virus afecte al cerebro, así como inmunoglobulina antirrábica. Con ello, se evitó que se desarrollara la enfermedad.
Dos días antes, en Valladolid, una mujer de 59 años fue atacada por otro murciélago cuando abrió un armario de su casa en el que se había refugiado el animal. Dado que había sido mordida en una mano, se le aplicaron también las medidas de prevención habituales. La mujer no ha desarrollado ningún síntoma de la enfermedad, informó ayer la consejería de Sanidad de Castilla y León.
El primer caso de rabia en murciélagos se identificó en España en 1987. Desde entonces casi todos los años se registra algún caso, principalmente en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Catalunya. En Europa el primer diagnóstico se realizó en 1954, y ha habido más de 1.100 casos en las cuatro últimas décadas, de los que más del 90 % se han notificado en Dinamarca, Alemania, Holanda, Francia y Polonia.
El virus de los murciélagos es diferente al de la rabia de los mamíferos terrestres, que actualmente está erradicada en la península Ibérica. La consejería de Sanidad de Castilla y León recuerda que es conveniente evitar el contacto con los murciélagos, especialmente los que no se comporten de forma natural, y enseñar a los niños que no deben tocarlos.
En caso de mordedura, es conveniente capturar al animal si es posible para comprobar si es portador del virus de la rabia. La consejería recuerda que los murciélagos son mayoritariamente insectívoros y que realizan una importante función ecológica ya que regulan las poblaciones de mosquitos y otros insectos.